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  2. CLIMATOLOGÍA DE CANARIAS    
 
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Características del clima canario

Canarias se encuentra en la zona de transición entre el mundo templado y el tropical. Por su localización, y por la gama de factores caracterizados en el apartado anterior, es muy difícil definir un clima específico, ya que dependiendo de la isla en donde nos encontremos, y el sector de ésta, se podrá establecer diferentes características climáticas. Es por ello, que la palabra más nombrada a la hora de hablar del clima canario es la de microclimas.

El Archipiélago, por su ubicación, debería de tener un clima cálido y seco, pero sin embargo factores como la insularidad y el relieve dan lugar a considerables contrastes de precipitaciones y a la existencia de temperaturas muy bajas.

A grandes rasgos, se puede decir que el clima de las Islas se caracteriza por unas precipitaciones muy escasas e irregulares, especialmente en las zonas bajas (menos de 300 mm), debido al predominio del Anticiclón de Las Azores. En las zonas de medianías las precipitaciones pueden llegar a los 800-1.000 mm en las vertientes de barlovento expuestas a los vientos alisios húmedos y constantes. Es en este sector donde se produce el estancamiento del mar de nubes, el cual aporta una gran humedad ambiental y un considerable volumen de agua, lo que propicia que la zona sea óptima para el desarrollo de la agricultura. Mientras que en las vertientes de sotavento esta cantidad pluviométrica se reduce bastante a consecuencia de la desaparición del mar de nubes. En la zona de cumbres, principalmente en las islas de mayor altitud, los vientos alisios dejan de hacer efecto, descendiendo las precipitaciones en comparación con las medianías, en torno a los 400 mm, las cuales en algunos casos pueden presentarse en forma de nieve.

En las zonas de cumbre de las Islas más montañosas, las precipitaciones pueden presentarse en forma de nieve. (CIT)

Las lluvias en Canarias son más intensas a finales del otoño, y fundamentalmente en invierno, siendo el verano la estación más seca del año. Las precipitaciones se caracterizan por una irregularidad interanual, es decir, existe una sucesión de años lluviosos o muy lluviosos, con años secos o muy secos. Suelen ser muy localizadas, y en algunas ocasiones se convierten en un riesgo climático muy importante. Cuando se produce un descenso acusado de masas de aire del mundo templado y se combinan con factores tropicales, se pueden producir precipitaciones de una fuerte intensidad horaria, catalogándose en algunos casos como lluvias torrenciales, con valores sólo comparables a los de la gota fría que se produce a finales de verano en la cuenca mediterránea.

En cuanto a las temperaturas, el Archipiélago se caracteriza por unas condiciones térmicas suaves. En general, las temperaturas más cálidas se registran en las costas del sur de todas las islas, en donde la media anual supera los 20ºC. En las islas de Lanzarote y Fuerteventura, cuyas cotas de altitud no llegan a los 1.000 metros, por lo tanto están por debajo del nivel de formación del mar de nubes, esta temperatura media se generaliza en casi toda su superficie, por lo que son las islas más áridas. En las restantes islas, y a medida que subimos en altitud, la temperatura media anual desciende, hasta 14ºC por ejemplo en las cumbres de Gran Canaria, a 13ºC en las de las islas de El Hierro y La Gomera, en las zonas altas de La Palma se llegan a registrar 9ºC o en las Cañadas del Teide en Tenerife hasta 5ºC.

En las zonas sur de las Islas, con numerosas horas de sol al año, la temperatura media anual supera los 20ºC. (MC)

Vertiente norte de las Islas

Nos referimos al lado de barlovento, aquel que está expuesto a la acción de los vientos alisios, y en el que podemos diferenciar tres zonas, a medida que subimos en altitud, con características climáticas diferentes.

  • Zona baja. Dentro de ella podemos diferenciar dos áreas. La primea corresponde a la cota que llega hasta los 200 metros de altitud. Se caracteriza por la influencia de las brisas marinas. Son muy escasas las oscilaciones térmicas. La temperatura media va desde los 19ºC a los 23ºC. El promedio anual de precipitación es de 200 mm. Sin embargo, es la zona de mayor prosperidad agrícola debido al cultivo del plátano y otros productos tropicales. Una segunda cota abarca entre los 200 y los 600 metros de altitud. En ella la influencia del mar se reduce y se observa una mayor oscilación de las temperaturas que va de 16ºC a 21ºC. El ambiente es fresco y agradable, donde se da el cultivo de la viña y otros frutos mediterráneos.

  • Zona media. Comprende desde los 600 metros a los 1.500 metros de altitud. Aquí el clima es frío y húmedo, dándose la formación de nubes que beneficia al suelo con el rocío y las nieblas. La temperatura media oscila entre 12ºC y 16ºC. Las precipitaciones alcanzan de 500 a 1.000 mm al año. Es tierra propicia para cereales, papas y castaños.

  • Zona alta. En esta zona podemos diferenciar dos niveles. Por un lado el que comprende de los 1.500 a los 2.700 metros de altitud. Sólo existe en las islas con mayor elevación: Tenerife, La Palma y Gran Canaria. Suele caracterizarse por un aire seco, constituido por el componente superior de los alisios, excepto cuando se producen las invasiones de aire polar marítimo. Cae nieve casi todos los años. Las precipitaciones no suele superar los 400 mm. Existe una gran oscilación térmica entre el día y la noche. Con frecuencia se producen temperaturas inferiores a los 0ºC. su media anual es de 9ºC. Es zona de pinos en su parte inferior, y cuando éstos desaparecen se desarrollan matorrales o retamas. Un segundo nivel en la zona alta, es el que comprende entre los 2.700 y 3.700 metros de altitud. Este nivel sólo existe en la isla de Tenerife, en el Pico Viejo y El Teide, llegándose a alcanzar temperaturas de 15ºC bajo cero, con importantes nevadas, fundamentalmente en invierno. Aquí aparece la famosa ‘violeta del Teide’ que puede aparecer sepultada varios meses debajo de la nieve.

Vertiente sur de las Islas.

Por el lado de sotavento, es decir, donde no inciden los vientos alisios, se diferencian tres zonas climáticas.

  • Zona baja. Es la franja costera y seca. De mayor aridez que la de la zona norte y mayor variación de temperatura. Suele dominar el cultivo del tomate y grandes explotaciones de plataneras, aunque en zonas de La Palma también es terreno de viñas.

  • Las zonas de sotavento se presentan áridas y secas, al no recibir la influencia directa de los vientos alisios. (MC)

    Zona media. Suele recibir precipitaciones locales e intensas de los temporales del Sur. El clima de esta zona es similar en algunos aspectos al clima mediterráneo que se da en la Península. En Gran Canaria, y especialmente en Tenerife, es tierra de cultivo de papas. En esta vertiente no existe la zona media como en el norte, por no recibir directamente la influencia benefactora de los vientos alisios.

  • Zona alta. Con características similares a las de la vertiente norte, es decir, gran oscilación térmica y precipitaciones anuales en torno a los 400 mm.

En resumen, el clima canario es suave y apenas presenta contrastes estacionales en el año. Sin embargo sorprenden los contrastes climáticos en distancias tan cortas. Es lo que se conoce como microclima. Esta variedad climática en tan poca extensión es lo que ha hecho que las islas mayores sean consideradas como microcontinentes. Las diferencias climáticas, dan lugar a marcadas diferencias en la vegetación y, por consiguiente, a los más variados paisajes.

El viajero se extraña de que estando en La Laguna, donde hay niebla y cierta ‘posma’, recorra unos kilómetros hacia Santa Cruz y encuentre un sol radiante. Es una experiencia que se puede tener en casi todas las islas. Así, por ejemplo, en Gran Canaria, es curioso pasar desde la capital soleada hasta la nubosidad de Tafira, para luego encontrar de nuevo, en la Cruz de Tejeda, un cielo limpio y un sol radiante.
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