Las características del clima canario, con escasez de lluvias y temperaturas moderadas, favorecen la vida en la calle, evitan el uso de ropas de abrigo y de calefacción.

Aun en los meses más fríos del año, cuando en el resto del hemisferio norte sufren las inclemencias del invierno, en Canarias las aguas y el aire continúan templados. Cuando en las demás regiones los árboles están desnudos, en Canarias sigue habiendo flores. Es el clima y sus paisajes, las causas fundamentales de que año tras año las Islas atraigan a tantos turistas.

Si el clima es la razón fundamental de ese ‘peregrinaje moderno’ al Archipiélago, también es causa de preocupación para el agricultor. Unas veces mirando al cielo esperando lluvia. Otras veces levantando muros y poniendo horquetas contra el viento. Otras con cacharros y humo, como en el pasado, espantando la langosta que llega con el viento cálido del desierto.

Las suaves temperaturas favorecen la presencia de bañistas la mayor parte del año. (DM)