Las islas Canarias, tan diferentes entre sí, no iban a ser menos en cuanto a la disposición y aprovechamiento de los recursos hidráulicos. Por su clima, por la antigüedad de sus materiales volcánicos, por la ausencia o existencia de barrancos y valles, cada isla del Archipiélago tiene unas características hidrográficas particulares, que brevemente se exponen a continuación.

Tenerife, posee gran cantidades apreciables de precipitaciones a lo largo del año. Acumula importantes reservas de aguas subterráneas, debido a las lluvias y a la alta permeabilidad de las capas subterráneas con gran espacio interior para almacenar agua. Es consecuencia de la relativa juventud de los materiales que forman la isla. Ello hace que el agua no se encuentre con tanta frecuencia en la superficie, sino que ha sido necesaria la excavación para encontrar el recurso. Tenerife cuenta con una importante red de galerías. En cuanto al aprovechamiento superficial, se ha multiplicado el número de embalses en las últimas décadas.(ver más)

Gran Canaria posee una densa red de presa, especialmente en la zona central de la isla. (MC)

Las islas de Gran Canaria y La Palma presentaron en el pasado, en mayor proporción que Tenerife, manantiales naturales. La Palma principalmente por presentar lluvias más intensas, las cuales son las responsables de que sea conocida como la ‘isla verde’. Además, la isla dispone de importantes reservas subterráneas.

Gran Canaria, deja escapar poca agua infiltrada, al ser más impermeable en zonas subterráneas que Tenerife, y rozar los acuíferos la superficie. Sin embargo, la fuerte explotación de este recurso en la isla ha hecho desaparecer sus manantiales. Hoy en día, presenta una red de presas, las cuales, pese a su gran cantidad, no son suficientes para el abastecimiento de los sectores económicos. Ante esta realidad, juegan un papel importante las desaladoras y las plantas de aprovechamiento de aguas residuales.(ver más)

Chorro de agua de Agulo, en La Gomera, isla que cuenta con un gran número de manantiales. (PTLG)

La Gomera muestra una envidiable situación hidrológica, al poseer un acuífero basal aún sin explotar, al tiempo que pueden hallarse en la isla relevantes manantiales. La gomera cuenta con la combinación perfecta entre cantidades de lluvias aceptables, y un complejo basal altamente impermeable. En contraposición a esta situación, se encuentra la isla de El Hierro. A pesar de ser relativamente húmeda, no cuenta con reservas acuíferas importantes, tanto por su tamaño como por la permeabilidad de su terreno basal. Los materiales lávicos recientes, altamente porosos, absorben toda el agua de lluvia y la escasa población y la falta de medios retrasó la búsqueda de aguas subterráneas.

Por último, Fuerteventura y Lanzarote, con lluvias muy escasas, no presentan importantes reservas de aguas subterráneas. El problema del agua tan característico de Canarias, se agudiza aún más en estas islas, debido a la aridez de su clima, y a que gran parte del agua caída se pierde por evapotranspiración.