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  15. CANARIAS EN EL SIGLO XX    
 
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Organización y Evolución Política

DATOS DE ENMARQUE

Reyes y Gobiernos españoles en el s. XX: Alfonso XIII nació después de haber muerto su padre Alfonso XII, por lo que se encargó de la regencia su madre, la reina  María Cristina (1885). La insurrección de Cuba y Filipinas comienza en 1895 y se firma el Tratado de París en 1898, en el que España da la independencia y cede todos sus dominios en el Pacífico. Alfonso XIII (1902) comienza a gobernar firmando la constitución de 1876, pero los problemas y revueltas sociales se agravan (Semana Trágica de Barcelona, 1909) y surge el nacionalismo catalán y vasco. La situación caótica lleva a la Dictadura de Miguel Primo de Rivera (1923), donde el triunfo de republicanos y socialistas provocó la dimisión del rey y la proclamación de la II República (1931). Ésta no fue asumida por el poder económico, militar y religioso que, basándose en el caos existente, provocó el Alzamiento Nacional del General Franco con la consecuente Guerra Civil (1936) y victoria. Supuso un gobierno dictatorial (1939) de 36 años que terminó propiciando bases económicas y un importante afán democrático de futuro. Con la muerte de Franco se establece la Monarquía Parlamentaria de Juan Carlos I (1975). Con el consenso y aprobación de la Constitución (1978), se consolida la democracia en España durante el último cuarto del siglo XX, configurándose el Gobierno en Comunidades Autónomas, integrándose España en la Unión Europea y alcanzando un importante desarrollo económico, social y cultural.

En el plano político, los partidos tradicionales, conservador y liberal, perviven hasta el Directorio militar; ambos partidos políticos se turnan en el acaparamiento de los cargos políticos insulares, si bien con las lógicas excepciones, pues los grupos republicanos tenían también influencia. La población apenas participa en política.

Aparecen, también, partidos políticos de ámbito local de corte regionalista como Asociación Patriótica, el Partido Local Canario y ‘Solidaridad Canaria’, los dos primeros con sede en Las Palmas y el último, en Santa Cruz. Solidaridad Canaria había nacido a imagen y semejanza de Solidaridad Catalana con fines regionalistas.

Los partidos obreros, como el PSOE, nacen hacia 1917.

Secundino Delgado fue uno de los más fervientes defensores del nacionalismo canario.

También durante la primera década del siglo, brotan minúsculos grupos políticos de inspiración nacionalista. Secundino Delgado, por ejemplo, funda en Santa Cruz de Tenerife uno, cuyo órgano de expresión fue el periódico ‘Vacaguaré’, término aborigen palmero que significa: «quiero morir». En 1909 hay pequeños incidentes en La Laguna por los sermones, inflamados de nacionalismo, de dos curas de la ciudad .

El pleito regional entre unionistas y divisionistas seguía sin resolverse; unos y otros se apoyaban en el poder central para triunfar en sus reivindicaciones. Estas disputas no tenían base popular, más bien estaban promovidas por la oligarquía de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas en función de sus intereses. De cualquier forma, el decreto de división provincial de 1927 vino a liquidar un pleito que ya duraba más de un siglo.

La Ley de Cabildos de 1912, fundamento de nuestros cabildos actuales, no fue sino un intento oficial por mitigar estas rivalidades interinsulares.

El tema regional también hizo correr la tinta, sobre todo en los años de 1918 y 1919, en que hubo intentos de crear una Mancomunidad de Cabildos Insulares a nivel regional.

Ínterin republicano

Durante los primeros años de la República de 1931, las cifras de exportación de plátanos llegan a alcanzar valores máximos, pero hacia 1934 la aún reciente crisis mundial deja ya sentir sus efectos en el negocio frutero.

Los partidos políticos funcionan ya como tales con sus cuadros dirigentes y maquinaria propagandística; las elecciones se celebran con más garantías que en épocas anteriores a pesar de que el analfabetismo era todavía elevadísimo, 59% en Santa Cruz de Tenerife y 55% en Las Palmas. En las elecciones de 1933, en ambas provincias triunfan los partidos de centro, como el Radical, mientras que en las de 1936 son los partidos del Frente Popular los que consiguen la mayoría.

Población analfabeta en Canarias (1834-1998)

Uno de los diputados canarios que llegó a ministro y luego a Presidente del Consejo de Ministros de la II República fue el grancanario Juan Negrín. Otros canarios destacados en este período fueron Orozco y Lara.

JUAN NEGRÍN LÓPEZ

Juan Negrín nació en Las Palmas de Gran Canaria en 1892. Licenciado en Medicina por la Universidad de Leipzig. Se establece en la capital grancanaria hasta que el Doctor Ramón y Cajal lo lleva a Madrid. Tal vez, el Doctor Negrín sea la figura más excepcional que ha dado el archipiélago canario. Políglota y científico de gran valía, a lo que unió sus dotes humanas y políticas.

Médico

En un sótano de la Residencia de Estudiantes, Santiago Ramón y Cajal le instala un modesto laboratorio, que representaba el primero en España dedicado a la investigación fisiológica.

Juan Negrín. El médico grancanario fue una destacada figura política en los años de la II República.

En 1921 accede a la cátedra de Fisiología de la Facultad de Medicina de la Universidad Central. Continúa sus investigaciones desarrollando su propia escuela de Fisiología Experimental, donde se forman sobresalientes figuras como Severo Ochoa, más tarde Premio Nobel de Medicina, Francisco Grande Covián o Rafael Méndez Arche; también hay brillantes alumnos canarios como José Domingo Hernández Guerra, Luis Díaz o el herreño Pedro de la Barreda y Espinosa. La escuela de Negrín llegó a tener trascendencia internacional con sus publicaciones y comunicaciones.

Hay dos cualidades en que Paulino  Montesdeoca resume la labor universitaria de Negrín: “su magisterio para transmitir conocimientos y fomentar vocaciones científicas –un tanto raro en nuestro país por la egolatría de casi todos los docentes universitarios–, creando con ello la Escuela de Fisiología de Negrín; y su afán por estructurar con unos modernos y liberales cánones los planteamientos añejos de la vida académica, todo ello complementado con una fuerte personalidad en lo físico y en lo humano, atrayente por su cordialidad, elegancia de formas y sencillez de sabio”.

Político

En 1929 se afilia al Partido Socialista. En 1931 sale diputado por la provincia de Las Palmas. Desde este cargo impidió que las enmiendas de los diputados Orozco y Lara prosperasen, para unificar de nuevo Canarias en una sola provincia.

Fue nombrado Ministro de Hacienda en septiembre de 1936 y al año siguiente Presidente del Consejo de Ministros de la República, cargo que ostentó hasta el fin de la Guerra Civil.

Pasó al exilio en varios países y su muerte acaeció en París en 1956, habiendo presidido el gobierno republicano en el exilio hasta 1945.

Con la República se intenta en Canarias lograr un Estatuto Autónomo Regional; Gil‑Roldán, así como Franchy y Roca destacaron en esta lucha por la autonomía regional .

La época de Franco

El General Franco se encontraba destinado en Canarias, como Comandante General del Archipiélago, cuando inició el Movimiento Nacional. La consiguiente Guerra Civil trajo también para las Islas viejas estampas: el embarque de soldados para la Península, unos 60.000 hombres, y la represión política interna .

La década de los cuarenta se caracteriza por la escasez y la lucha por la subsistencia, como consecuencia de la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial y el bloqueo económico a que fue sometida España por los Aliados .

Para hacer frente a esta situación calamitosa, se establece el Mando Económico, con García Escámez como Capitán General de Canarias; son los años del racionamiento, el estraperlo, el reparto de comida caliente, lo que aquí se llamó plato único, etc. García Escámez dejó estela de algunas de sus obras —viviendas de carácter social— con los barrios suburbanos que llevan su nombre.

Arco de la Barriada de García Escámez en Santa Cruz de Tenerife.(DL)

Durante la Guerra Mundial la situación se agravó en el Archipiélago como consecuencia del proyecto anglo‑americano de invadirlo para utilizarlo como cabeza de puente en su ofensiva hacia África y sur de Europa. Por esta razón, los soldados excombatientes de la Guerra vieron alargarse su período de servicio en filas .

La Transición democrática y la autonomía

Tras la muerte de Franco en 1975, el príncipe Juan Carlos de Borbón, heredero de la Jefatura de Estado, es proclamado Rey de España. Tres años más tarde, en 1978, es aprobada la Constitución, definiendo como una Monarquía Parlamentaria, la forma de gobierno del Estado español.

En 1975 muere el general Franco y el príncipe Juan Carlos de Borbón, heredero de la jefatura del Estado, es proclamado Rey de España. Empieza la agonía de un régimen autoritario y corporativo y comienza una época de Transición a la democracia, en cuyo proceso jugaron papeles importantes el entonces jefe del Gobierno, Adolfo Suárez, las fuerzas democráticas exteriores al Régimen y el propio rey, Juan Carlos I.

El resultado de la pacífica transición, no exenta de dificultades y sobresaltos, fue la Constitución Española de 1978, marco legal del actual Estado de las Autonomías y de la Monarquía parlamentaria imperante.

Canarias vivió durante la Transición las mismas circunstancias políticas que el resto de España, pero con algunos caracteres especiales. Por un lado, la precipitada descolonización del Sáhara y su entrega a Marruecos incidió negativamente en el comercio y la pesca, especialmente en las islas orientales. Por otro lado, el desarrollo de grupos independentistas cuyo foco principal aparecía dirigido desde Argelia por Antonio Cubillo, utilizando la radio como medio de propaganda, coincidió con manifestaciones populares en Tenerife, ante algunas muertes originadas por la acción policial .

Sin embargo en esta etapa transitoria, se dan ya los primeros pasos hacia el régimen autonómico del actual Estado español con la creación en 1978 de la Junta de Canarias, primer órgano preautonómico, presidida por Alfonso Soriano.

Cuatro años más tarde, en 1982, Canarias consigue la autonomía a través del artículo 143.2 de la Constitución Española y no por el 151 reservado para las nacionalidades históricas o lingüísticas. Aprobado por las Cortes de España el Estatuto de Autonomía, y publicado el 10 de agosto de 1982, se crea la Comunidad Autónoma de Canarias con un marco de competencias administrativas bastante amplio pero sin la autonomía política del País Vasco y Cataluña .

Según el Estatuto autonómico, y en un intento por mantener el equilibrio político entre las dos capitales del Archipiélago, la sede del gobierno será alternante por períodos legislativos entre Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife. El Parlamento regional residirá en Santa Cruz de Tenerife y la Delegación del Gobierno central en Las Palmas. Mientras, las Consejerías se repartirán buenamente según criterios del momento.

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