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Parque Nacional

Según el Plan Director de la Red de Parques Nacionales, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, los parques nacionales son un espacio natural “de alto valor ecológico y cultural, poco transformado por la explotación y ocupación humana que, en razón de la belleza de sus paisajes, la representatividad de sus ecosistemas o la singularidad de su flora, de su fauna o de sus formaciones geomorfológicas, posee unos valores ecológicos, estéticos, educativos y científicos cuya conservación merece una atención preferente y se declara de interés general de la Nación por ser representativo del patrimonio natural e incluir algunos de los principales sistemas naturales españoles”.

Sin embargo, la gestión de estos espacios han comenzado a cederse por completo a las distintas comunidades autónomas, por lo que en parte se pierde ese carácter de interés nacional del espacio protegido. Alguno de ellos, como el del Teide, pretende superar este ámbito y ha sido declarado Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO el 27 de junio de 2007.



Parque Nacional del Teide

Superficie: 13.571 ha
Municipios: La Orotava, Guía de Isora, Icod de Los Vinos y Santiago del Teide.

Localización y características

Ubicado en la zona centro - oeste de la isla de Tenerife, el Parque Nacional del Teide tiene una extensión de unos 190 km2, un desnivel que oscila entre 1.650 m y 3.718 m de altitud en el Pico del mismo nombre, siendo ésta la máxima altura no sólo de Tenerife y del Archipiélago Canario, sino de España y toda la región Macaronésica. Es el segundo parque nacional más visitado del mundo, con 4 millones de visitantes al año y en la actualidad ha sido galardonado también con el título de Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, el 27 de junio de 2007.

En su interior alberga la Caldera de Las Cañadas y el edificio volcánico Teide-Pico Viejo. La primera constituye una enorme depresión de forma elíptica de 17 km de eje mayor, con paredones escarpados que sobrepasan los 2.000 m de altitud, restos del antiguo edificio que originó la Caldera. Son zonas como el Montaña Guajara, Risco Verde, la Mesa del Obispo, Montaña de la Angostura, Sombrero de Chasna o Roque del Cedro.

Cuenta con gran variedad de formaciones volcánicas, resultado de los diferentes mecanismos eruptivos que la han formado, así como los procesos erosivos que han actuado en su remodelación. Entre los elementos destacados que componen la semicaldera de Las Cañadas, podemos citar la formación hidrotermal de Los Azulejos, el campo de lavas negras de la erupción histórica de Narices del Teide (1798), las propias Cañadas (como el Llano de Ucanca) o los Roques de García, que cuentan con algunas formaciones de origen volcánico y otras sedimentarias. Se encuentran cerca de la base de las paredes, y son muy populares. Destaca el Roque del Oso y El Torrotito, aunque sobresale aún más el Roque Cinchado, también conocido en ocasiones por ‘árbol de piedra’. Su topónimo original proviene de los pastores que llevaban sus ganados a pastar a Las Cañadas. Existe un tipo de cabra que es conocida por ‘cinchada’ o ‘cinchá’, que suele ser blanca o negra, con una franja de otro color en la mitad de su cuerpo. Para los pastores, las franjas de diferentes colores que tiene el Roque, se asemejan a las que tiene este tipo de cabra, de ahí su nombre, Roque Cinchado.

Vegetación

Está formada por matorral de alta montaña canaria, cuya mayoría de especies presentes son endémicas. La especie dominante es la retama del Teide (Spartocytisus supranubius) y, en menor proporción, el codeso de cumbre (Adenocarpus viscosus) o la hierba pajonera (Descurainia buorgeana), que produce diez veces más semillas que la retama, por lo que se cree que en un futuro será la planta más abundante en el Parque Nacional. Junto con estas especies se encuentran otras también endémicas como la hierba conejera (Pterocephalus lasiospermus), la salvia blanca o ‘chajorra’ (Sideritis eriocephala), esponjosa y con vellosidades; la flor de malpaís (Tolpis webbii), el alhelí del Teide (Cheirantus scoparius), que es la primera que florece en la zona, con sus características flores de blancas y malvas; la tonática (Nepeta teydea), con propiedades hipogluceneantes que descienden el nivel de azúcar en sangre; y el taginaste picante o azul (Echium auberianum), endémico de Las Cañadas, muy llamativo por sus flores azules y de menor tamaño que el taginaste rojo.

En las paredes de Las Cañadas se pueden encontrar algunas especies raras y escasas, como el cedro canario (Juniperus cedrus), la jarilla (Helianthemum juliae) y el taginaste del Teide o taginaste rojo (Echium wilpretii), símbolo vegetal del Parque que puede llegar a los 2 m de altura, con gran cantidad de flores de color rojo intenso. Se ha descubierto una nueva variedad de esta especie que aún no ha sido descrita científicamente, el Echium wilpretii var. leucantha, de igual porte pero de color blanco. También hay otro nuevo descubrimiento, un taginaste azul que tiene el porte del taginaste rojo, el Echium wildpretii V. E. auberanium.

En la vegetación del Pico destaca la violeta del Teide (Viola cheirantifolia), especie endémica del Parque Nacional, cuyo hábitat llega hasta los 3.400 m. A partir de esta altitud, solo se pueden encontrar algunos líquenes, musgos y hongos. Debido a determinadas especies de animales introducidas o a antiguos usos humanos que se han dado en Las Cañadas, algunas especies vegetales son escasas o están en peligro de extinción. Entre otras, es el caso de el cardo de plata (Stemmacantha cynaroides), el rosalito de cumbre (Bencomia extipulata), la jarilla o el cedro.

Taginaste rojo (Echium wilpretii) en el Parque Nacional del Teide. (AMAPCIT)

Fauna

La fauna invertebrada es la más destacada y numerosa, presentando un elevado porcentaje de endemismos, sobre todo si tenemos en cuenta el reducido espacio al que está confinada. Destacan los coleópteros, como el gran gorgojo del Teide (Cyphocleonus armitagei), endémico de las cumbres de Tenerife; la pimelia (Pimelia ascendens), endémico de Las Cañadas y el longicornio de las Cañadas (Hesperophanes roridus), caracterizado por sus largas antenas y cuerpo cuadrangular. Es propia del Parque la araña del Teide (Acculepeira annulipes), casi exclusiva del matorral de alta montaña, con un veneno que solo molesta al ser humano. Otro arácnido es la Dysdera chioensis, endemismo de color grisáceo muy conocido por su abundancia, pequeño tamaño y por sus típicos saltos.

La mantis del Teide (Pseudoyersinia teydeana), es exclusiva de la alta montaña tinerfeña, también conocida como ‘teresita de Las Cañadas’. Es frecuente encontrar en la zona a la pequeña mariposa manto de Canarias (Cyclyrius webbianus), con sus características alas de tonos azulados.

La fauna vertebrada es bastante escasa si se compara con otros ecosistemas de la Isla. Ente los reptiles, es más abundante es el lagarto tizón (Gallotia galloti), seguido de la lisa (Chalcydes viridanus). Entre las aves, cabe citar al cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), bisbita caminero (Anthus berthelotii) y alcaudón real (Lanius excubitor). Entre los mamíferos autóctonos destaca el murciélago orejudo (Plecotus teneriffae), y entre los introducidos está el conejo (Oryctolagus cuniculus), el erizo moruno (Atelerix algirus) y el muflón (Ovis aries). Esta última especie se introdujo en el Parque Nacional en 1971 con fines cinegéticos, y hoy en día se pretende erradicar por ser muy agresiva para la flora endémica.

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