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Vertebrados I: Aves



Principales especies endémicas

Es el grupo de vertebrados más destacado, con 56 especies que se reproducen en Tenerife y 4 especies exclusivas del Archipiélago: el pinzón azul del Teide (Fringillia teydea teydea), la paloma turqué (Columba bolli), la paloma rabiche (Columba junoniae) y el mosquitero canario (Phyloscopus canariensis).

El pinzón azul predomina en los bosques de pinar, tanto natural como repoblado, aunque se da más en los que poseen un sotobosque de escobón (Chamaecytisus proliferus). Es uno de los endemismos canarios más conocidos y diferenciados, con una subespecie en Tenerife (F.t. teydea) y otra en Gran Canaria (F.t. polatzeki). Su alimentación consta de semillas de pino, codeso y escobón, aunque también se ha visto en zonas de recreo de los montes comiendo resto de comida humana. Tanto en los pinares como en el monteverde, se puede observar al pinzón vulgar o ‘tintillón’ (Fringilla coelebs tintillón), que tiene tres razas en Canarias. También es conocido popularmente como ‘pájaro de monte’ o ‘chau-chau’.

Pinzón vulgar o ‘tintillón’. (SG) Pinzón azul. (SG)

Las paloma turqué y la rabiche se pueden considerar como reliquias vivientes que han permanecido en las Islas desde la Era Terciaria.

Paloma rabiche. (AMAPCIT)

Su hábitat es la laurisilva y está presente en Tenerife, La Palma, La Gomera y El Hierro, aunque debió también poblar los bosques de Gran Canaria antes de que desapareciera su laurisilva, a finales del siglo XIX. Su alimentación está constituida por frutos de algunos árboles como el laurel, barbusano, viñátigo, faya, etc. Ponen un único huevo, la paloma turqué elabora sus nidos en plataformas de ramas poco elaboradas (sobre todo en brezos), y la rabiche prefiere grietas, pequeñas cuevas, repisas naturales o incluso el suelo.

El mosquitero canario, muy común en todas las Islas excepto en Lanzarote y Fuerteventura, se encuentra en todo tipo de ambientes desde costa a cumbre. Se alimenta de insectos, y también es denominado ‘hornero’ por la forma que tiene su nido. Además de estas 4 especies endémicas, hay muchas diferentes, de las que sólo citaremos las más destacadas y conocidas.
Mosquitero canario. (AMAPCIT)

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Zonas costeras, roques y charcas

Existe un grupo importante de aves que habitan roques, zonas costeras y charcas, de las que podemos citar un grupo importante. Las gaviotas son las más abundantes y conocidas, predominando la gaviota argéntea (Larus argentatus atlantis) y la gaviota patiamarilla (Larus cachinans atlantis). Durante mucho tiempo se consideraron la misma especie ya que son prácticamente iguales, pero se diferencian en el color de las patas. Están muy extendidas gracias a la gran capacidad que tienen para aprovechar los desperdicios humanos.

Gaviota patiamarilla. (SG)

Las pardelas son muy populares, diferenciándose tres especies: la pardela chica (Puffinus assimilis baroli), la pardela pichoneta (Puffinus puffinus puffinus) y la pardela cenicienta (Calonectris diomedea boreales), que es la más abundante en Tenerife y en toda Canarias. A partir del mes de febrero, es cuando regresa a las costas para incubar un único huevo que esconde en grietas o debajo de piedras en zonas costeras, aunque también lo hace en algunos barrancos. De noche se acerca a la costa, emitiendo su peculiar sonido (‘guaña-guaña’, por el que también es denominada) a modo de ecolocalización, para poder encontrar su nido. Sus poblaciones se han visto muy mermadas por la excesiva caza furtiva.

El petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii), conocido también como ‘perrito’ o ‘tahoce’, habita sobre todo en la costa norte, y en los Roques de Anaga es donde se han visto la mayor parte de las parejas de la Isla. Es de color negro-pardo, cría bajo piedras o en grietas y es muy silenciosa, sólo emitiendo un ligero “ladrido” en las zonas cercanas a los nidos. Otras especies que están presentes en los Roques de Anaga, son el paíño común (Hydrobates pelagicus) y el paíño de Madeira (Oceanodroma castro). Son de color oscuro y se diferencian entre sí por la cola, y porque el primero (conocido popularmente como ‘bailarín’ o ‘cebito’), tiene una línea de color blanco en la parte inferior de las alas.

El charrán común, ‘garajao’ o ‘chirre’ (Sterna hirundo hirundo), está en peligro de extinción ya que sólo se han visto algunas parejas en algunos roques y salientes costeros. Se zambulle acrobáticamente en el agua en busca de pequeños peces y realiza su nido directamente en el suelo.

Chorlitejo patinegro. (AMAPCIT)

El chorlitejo patinegro (Charadrius alexandrinus) y el chorlitejo chico (Charadrius dubius curonicus), son limícolas que merodean zonas costeras o charcas de agua dulce, donde realizan su nido en un pequeño hoyo en el suelo rodeado de piedras. Lo más curioso es que sus crías al nacer, ya son capaces de correr y alimentarse por sí mismas. Se dan en la zona sur y suroeste de la Isla.

Otras aves que frecuentan zonas intermareales, charcas y embalses, son la garceta común (Egretta garcetta), la polla de agua (Gallinula chloropus chloropus) y la focha común (Fulica atra), que hasta hace poco tiempo eran consideradas aves invernantes, hasta que se han encontrado criando. También la lavandera cascadeña o ‘alpispa’ (Motacila cinerea canariensis), popular pájaro que habita en márgenes de charcas, acequias y barrancos, alimentándose de insectos y nidificando en agujeros que encuentra en paredones naturales.

Las rapaces costeras de la Isla son el águila pescadora o ‘guincho’ (Pandion haliaetus) y el halcón de berbería (Falco pelegrinoides).
El ‘guincho’ se ha convertido en una de las más amenazadas. Se alimenta casi exclusivamente de peces, que captura lanzándose al agua con las alas plegadas y las garras por delante. El halcón de bebería suele darse en acantilados costeros inaccesibles, donde tiene a sus crías. Se nutre sobre todo de palomas, que caza con maestría lanzándose sobre ellas a gran velocidad y con las alas plegadas.

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Zonas bajas, medianías y barrancos

Bisbita caminero. (AMAPCIT)

En las zonas bajas, medianías y barrancos, habita otro grupo importante de aves. El bisbita caminero (Anthus berthelotii berthelotti) es uno de los pájaros más abundantes y característicos del Archipiélago, pudiéndose ver incluso en zonas costeras y en alta montaña. Se alimenta de insectos y pone de 2-3 huevos, que cría en un nido en el suelo hecho con ramas secas y piedras.

El canario (Serinus canaria) es el pájaro más conocido, endémico de Canarias, Madeira y Azores. Es frecuente oírlo tanto en estos ambientes como en el pinar y en cultivos. Se alimenta de semillas y frutos, siendo muy característico su elaborado nido hecho con ramas. También está el verdecillo (Serinus serinus), muy parecido al canario. Posiblemente se ha instalado en la Isla a partir de pájaros que estaban enjaulados y que se han escapado. Suele estar asociado a arboledas de árboles diferentes en ambientes diferentes.

La terrera marismeña (Calandrella rufescens rufescens) habita los pastizales húmedos de Los Rodeos, y en el sur, al haberse reducido su hábitat, solo es visible en las zonas bajas. Tiene otra subespecie en las Islas Orientales (C.r polatzeki).

El jilguero (Carduelis carduelis), ha visto reducida su población de manera muy importante, siendo en la actualidad escasa. Se alimenta de semillas, fundamentalmente de cardo, al igual que el verderón (Carduelis chloris), especie de reciente colonización que también puede verse en parques y jardines, haciendo su nido en árboles.

El herrerillo (Parus caeruleus teneriffae) se puede ver en casi todos los hábitats insulares, y es el ave que ha desarrollado más razas en Canarias, un total de cuatro. Es muy activo, entrando y saliendo continuamente de su nido para limpiarlo o para alimentar a sus crías con los insectos que caza.

Curruca capirotada o ‘capirote’. (AMAPCIT)

La curruca es otro pájaro que se encuentra en ambientes diferentes. Hay tres tipos: la curruca capirotada o ‘capirote’ (Sylvia atricapilla heineken), que frecuenta zonas de matorral, cultivos y monteverde; la curruca cabecinegra o ‘capirote de ojos colorados’ (Sylvia melanocephala leucogastra), en zonas de matorral, zarzales o bosques; y la curruca tomillera (Sylvia conspicillata orbitalis), habitual de zonas más áridas que las anteriores.

Gorrión moruno. (SG)

El gorrión moruno (Passer hispaniolensis hispaniolensis) es una especie de reciente colonización, ampliamente distribuida por todas las Islas y todo tipo de ambientes. Su éxito se basa en la elevada reproducción y en el aprovechamiento de restos de comida humanos.

La tórtola común (Streptopelia turtur turtur) también está en muchas zonas de Tenerife, reconocible por su color predominante arena-rojizo y por su decadente arrullo. Con mayor asiduidad se puede observar a su pariente la tórtola turca (Streptopelia decaocto), especie introducida y distribuida por todo el Mundo. Es de color claro con una especie de collar más oscuro, pudiéndose ver mucho en parques y ciudades.

Tórtola común. (SG)

El vencejo unicolor o ‘andoriña’ (Apus unicolor) es endémico de Canarias y Madeira, muy conocida por su frenético vuelo. Suele anidar tanto en grietas de paredes naturales como en construcciones humanas, alimentándose en vuelo de insectos con su gran boca. Hay un dicho popular que dice, que si las ves volando en gran número de un lado para otro, ‘quiere decir que va a haber viento en uno o varios días’. Existe otro tipo, el vencejo pálido (Apus pallidus brehmorum), de hábitos similares pero mucho más raro. Se cree que ambas abandonan el Archipiélago tras su época de cría.

En las paredes de barrancos es frecuente ver a la paloma bravía (Columba livia), donde nidifica.
Paloma bravía. (SG)

También a la abubilla (Upupa epops), conocida como ‘tabobo’ o ‘pupú’, principalmente en la zona sur y oeste de la Isla. Es fácilmente reconocible por su llamativa cresta y su largo pico que emplea para capturar insectos en grietas.

Abubilla, ‘pupú’ o ‘tabobo’. (AMAPCIT)

También hay presencia en la Isla de la codorniz (Coturnix coturnix) y de la perdiz moruna (Alectoris barbara koenigi), especies cinegéticas que habitan sobre todo en diferentes cultivos.

El cuervo (Corvus corax), era una especie muy abundante no hace mucho tiempo, pero debido a los pesticidas e insecticidas casi ha desparecido de Tenerife. Cría en cuevas o en árboles, dejándose ver sobre todo en los barrancos del sur y oeste.

Uno de los pájaros más llamativos es el alcaudón real (Lanius excubitor koenigi), caracterizada por su color grisáceo y por una especie de antifaz negro. A la hora de cazar se comporta como un ave rapaz, nutriéndose de insectos, lagartos, perenquenes, ratones e incluso otros pájaros. Suele utilizar de despensa las ramas de algunas plantas, donde empala a sus presas. Es capaz incluso, de imitar el canto de otros pájaros para atraerlas hacia sí y poderlas capturar.

Las rapaces de las zonas bajas, medianías y barrancos son bastante conocidas. Se trata de el búho chico (Asio otus canariensis), la lechuza común o ‘coruja’ (Tyto alba) y el ratonero común o ‘aguililla’ (Buteo buteo insularum).

El búho chico (también llamado en ocasiones ‘coruja’), se alimenta principalmente de roedores, insectos, reptiles y algunas aves. Cría a sus pollos en las paredes de barrancos o en el suelo entre algunos arbustos. La lechuza común, con su característico color blanco, es menos abundante que el búho. Ambas rapaces son nocturnas, aprovechando para cazar su espectacular visión y el diseño de su cabeza, que le permite recibir las ondas sonoras que emite, detectando así el movimiento de sus presas.

Ratonero común o ‘aguililla’. (SG)

El ‘aguililla’ es la rapaz diurna más abundante en Tenerife después del cernícalo. Se suele ver en el aire realizando planeos circulares, observando el terreno en busca de sus presas. Suele nidificar en cornisas naturales de barrancos y se alimenta de insectos, reptiles y conejos. En ocasiones se le ha visto cazando palomas o comiendo carroña.

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Zonas áridas

En zonas áridas predominan otras aves como el alcaraván (Burhinus oedicnemus distinctus), también conocido como ‘pedro-luis’ al parecer que lo dice en su reclamo. Vive en lugares abiertos y pedregosos del sur y suroeste de la Isla, entre El Médano y San Juan de la Rambla. Es muy activo al atardecer y durante la noche, alimentándose de insectos y pequeños vertebrados. Su población se ha reducido al ver amenazado su hábitat por la presión humana, siendo mucho más abundante en las Islas Orientales con la subespecie B.o. insularum. Aún así, sigue nidificando en Tenerife, realizando una pequeña depresión del suelo donde pone dos huevos.

El camachuelo trompetero o ‘pájaro moro’ (Bucanetes ghitagineus amantum) es una subespecie endémica y habitual de estos ambientes semidesérticos. Hace su nido en agujeros de paredes o en el suelo, junto a alguna planta de la zona o entre piedras.

Las rapaces están representadas aquí por el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus canariensis), aunque se da en casi todos los ambientes insulares. Es el ave de presa más abundante de Tenerife, teniendo otra subespecie en las Islas Orientales (F.t. dacotiae). Tiene un modo de cazar muy característico, permaneciendo inmóvil en el aire con las alas extendidas, esperando observar algún insecto o roedor.

Cernícalo vulgar. (SG)

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Zonas de bosque

En las zonas de bosque, además del pinzón azul y las palomas rabiche y turqué, habita otro buen número de avifauna muy interesante. Una de las especies destacadas es el pájaro carpintero de Tenerife o ‘picapinos’ (Dendrocopos major canariensis), en los bosques de pinar canario. Con sus patas cortas con los dedos dirigidos hacia atrás y con las plumas de la cola rígidas, obtiene el agarre suficiente para construir sus nidos y buscar insectos y larvas entre los troncos. Lo hace en pinos secos, donde le cuesta menos trabajo hacer agujeros al ser la madera más quebradiza. Al pasear por los bosques de pinar, se le puede escuchar picando la madera, con un sonido muy característico. Existe otra subespecie de ‘picapinos’ en Gran Canaria (D.m. thanneri).

Otro pájaro que destaca es el petirrojo (Erithacus rubecula superbus), subespecie endémica de Tenerife y Gran Canaria. De color más oscuro y un canto un distinto, difiere de su pariente de La Palma, La Gomera y El Hierro, la subespecie E.r. microrhynchus.
Petirrojo. (AMAPCIT)

El reyezuelo sencillo (Regulus regulus teneriffae), también subespecie endémica de las Islas. Es el ave más pequeña de Canarias y de Europa, predominando en fayal-brezal, laurisilva y pinar mixto del norte. Construye su nido con musgos y líquenes, colgándolo de las ramas y usando en ocasiones para ello telas de araña.

El mirlo (Turdus merula cabrerae) es una de las aves más frecuentes en Tenerife y en Canarias. Se da en multitud de ambientes, siendo también muy común en parques de ciudades. Su característico color negro y pico anaranjado le hacen inconfundible, siendo la hembra más pardusca y con el pico oscuro. Se alimenta de frutos e insectos que está llevando continuamente a sus crías, y emite un llamativo canto al amanecer y atardecer.

Mirlo macho. (SG) Mirlo hembra. (SG)

La chocha perdíz o ‘gallinuela’ (Scolopax rusticola) es una de las especies más raras que habitan los bosques de la Isla. Se da en el monteverde del norte, aunque también se puede apreciar en la hojarasca de barrancos.

El ave rapaz característica de los bosques tinerfeños es el gavilán (Accipiter nisus granti). Es escasa, predominando en el monteverde y pinar del norte y noroeste de la Isla. Se alimenta de pequeños pájaros, por lo que a menudo delata sin querer la situación de su nido, al encontrarse plumas amontonadas en los árboles. El macho de gavilán canario, es de menor tamaño que la hembra, y junto con el de Madeira, es considerado una subespecie endémica al ser algo diferente al de otros lugares.

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