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  14. CANARIAS EN EL SIGLO XIX    
 
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EL CABLE TELEGR�FICO

El 6 de diciembre de 1883 se inauguró la línea telegráfica submarina entre la Península y Canarias. Desde Cádiz, el diputado portuense Feliciano Pérez Zamora emitió el primer texto telegráfico que se recibía en las islas: "Saludo a Tenerife y le felicito por ser la primera isla del Archipiélago que se pone en comunicación telegráfica con el mundo civilizado". Al día siguiente, el gobernador civil de Canarias, José Pérez de Rozas y Campuzano, respondió con un cable al ministro de la Gobernación.

El Archipiélago estaba inicialmente incluido en la línea trasatlántica entre la Península y Cuba. En junio de 1860, se había concedido el permiso para construir dicha línea a una compañía británica, a través del trayecto Cádiz-Canarias. Sin embargo, ni esta concesión ni otros proyectos similares se llevaron a la práctica. Finalmente, se aprobó por Decreto de 5 de diciembre de 1866 la unión de Cuba con Florida, proyecto que fue culminado en 1868,  mientras que una Real Orden de 3 de mayo de 1880 volvió a insistir en la comunicación telegráfica con Canarias. El concurso, abierto tras sucesivas modificaciones, fue declarado desierto en cuatro ocasiones.

Por fin, en diciembre de 1882 se dio la concesión a una compañía encabezada por el médico, ingeniero y aventurero polaco Tadeo d'Oksza Orzechouski. Para efectuar el tendido se emplearon dos vapores cableros, el Internacional y el Dacia, que realizaron los sondeos previos a lo largo del mes de octubre de 1883. La operación de tendido de los cables duró tres meses, abriéndose la línea al servicio el 12 de febrero de 1884. Partiendo de Cádiz, la línea alcanzaba la isla de Tenerife, desde donde llegaba a Gran Canaria, Lanzarote y La Palma. Ninguna isla quería quedar al margen de este nuevo sistema de comunicación.

Caseta del Cable de Los Silos, la cual unía Tenerife con la isla de La Palma. (JCH)

La longitud de los cables alcanzó las 1.172 millas náuticas (2.170,5 kilómetros). En sólo dos años más (1885), la administración francesa prolongaba esa línea europea hasta San Luis, en Senegal, 1.601 km más.

Tenerife-La Palma

La caseta del cable de Los Silos unía Tenerife con La Palma. La Playa de Daute, conocida como Playa de Agua Dulce, después de muchas deliberaciones y propuestas alternativas fue la elegida para dicho amarre. Con tal fin se construyó una caseta. La obra, auspiciada por el alcalde de Garachico, Esteban de Ponte Benítez de Lugo, y por el diputado a Cortes portuense Feliciano Pérez Zamora, fue efectuada por la Compañía Rubber India Gutta Percha Coy Silverstown London. Pese a que actualmente haya perdido su función, en 2001 fue restaurada, pues eso nos permite conservar un trocito de valioso patrimonio.

Tenerife-San Luis (Senegal)

La caseta del cable telegráfico que unía Tenerife y el enclave senegalés de San Luis desde el siglo XIX sigue aún en pie en Montaña Roja, justo en el extremo norte de la playa de La Tejita, aunque hace mucho que el cable telegráfico dejó de ser necesario para unir Europa y África con Canarias.