Esta comarca tiene una población que se sitúa en 23.886 habitantes, lo que supone un 2,96% de la población total de la Isla. Porcentaje relativamente escaso ya que hablamos de una comarca que abarca el 17,25% de la superficie total de la Isla, si bien es verdad que una extensión importante son Espacios Naturales Protegidos y ámbitos de abrupta orografía.

El municipio con mayor población es Valsequillo de Gran Canaria. Está relativamente próximo a los núcleos turísticos y a los sectores de agricultura de exportación del Este y Sur de la Isla, por lo que ha experimentado un crecimiento moderado de la población en las últimas décadas. El municipio con menor número de efectivos poblacionales es Artenara, tan sólo algo más de 1.300 hab. Se trata de un municipio históricamente poco poblado y donde la emigración en busca de una vida mejor ha marcado la pauta del devenir demográfico.

A partir de los años 50 del siglo XX se produjo un fuerte descenso del número de habitantes de la comarca, mientras la población total de la Isla crecía. Sólo a partir de los años noventa ha vuelto a subir levemente la población (unos 3.000 hab), lo que ha provocado que se estabilice el porcentaje que representa a nivel insular.

Evolución de habitantes

El poblamiento de estos municipios del centro de la Isla es disperso, donde abundan los pequeños caseríos y aldeas distribuidos en las cercanías de las áreas de cultivo. En esas áreas han pervivido modelos de hábitat vinculados a una agricultura familiar, en los que las viviendas se extienden siguiendo el fragmentado terrazgo. Las mayores concentraciones de población se observan en las capitales municipales, núcleos que tienden a albergar los servicios (públicos y privados) y donde el comercio ha tenido algún auge.

Artenara es el núcleo de población a mayor cota de toda la Isla (1.300 m). Protegido de los fuertes vientos de las zonas altas, por situarse al abrigo de los paredones de la Caldera de Tejeda, los habitantes han sabido aprovechar todos los recursos con que la naturaleza los ha obsequiado. Un magnífico ejemplo son las llamadas casas-cuevas excavadas en la toba y aglomerados que forman los relieves de este sector insular. Estas cuevas-habitación tienen algunas ventajas, sobre todo aislamiento térmico, higrométrico y acústico, para resolver las necesidades de cobijo  de la población en algunas zonas de Canarias.

El relieve determina en muchos casos la dispersión de núcleos de población como el de Artenara. (CGC)

En la zona intermedia entre el fondo de la Caldera de Tejeda y sus bordes se sitúan una serie de núcleos (Tejeda, La Culata, El Rincón, Guardaya y La Solana) entre los que destaca el de Tejeda. Constituye el mayor asentamiento de población del municipio y su actividad económica gira en torno a las actividades agroganaderas y los servicios a la población.

Los núcleos de mayor desarrollo poblacional de Valleseco son el núcleo de Lanzarote y su capital municipal (Valleseco). Originariamente a cierta distancia el uno del otro, el crecimiento urbanístico de los últimos años ha propiciado que prácticamente se unan formando un único núcleo. Ambas entidades se asientan sobre los materiales lávicos del volcán de Calderetas, en un área relativamente llana.

San Mateo se asienta al pie del volcán de Cabreja, en un área de plana topografía fruto del rellenado de materiales provenientes de dicho volcán. Durante los últimos años se ha visto incrementado el uso residencial en esta zona, con lo que han aumentado de manera considerable los precios del suelo.

Apiñados junto a la carretera Telde-San Mateo, se desarrollan los núcleos de Tenteniguada, Valsequillo y Las Vegas, aunque también aparecen pequeños caseríos dispersos por todo el valle.

Otros núcleos de interés en la comarca son: Coruña, Lugarejos y Acusa, en Artenara; La Culata, Lomo de los Santos y Cuevas Caídas, en Tejeda; El Zumacal y Madrelagua, en Valleseco; Utiaca, La Lechuza y La Bodeguilla, en la Vega de San Mateo; y, por último, El Cardón y el Valle de San Roque, en Valsequillo.