Clima
El clima de la localidad está condicionado por factores locales como el relieve y la orientación, que modifican las precipitaciones y las temperaturas, manteniendo además al municipio al abrigo de los vientos alisios y del mar de nubes que lo caracteriza. A grandes rasgos y teniendo en cuenta lo anterior, se pueden distinguir, desde la costa hasta la cumbre, tres franjas climáticas que son propias de las vertientes sur de las islas más montañosas.
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4.1. Durante determinadas épocas del año el manto de nubes de alisio acaricia las cotas más altas de la Ladera de Chafa. (Francisco Fariña) |
El litoral del municipio se caracteriza por la escasez de precipitaciones (200 mm anuales), unas temperaturas suaves durante todo el año y una humedad relativa que no pasa del 60%. La medianía, comprendida entre los 300 y los 600 metros de altitud, presenta una temperatura media en invierno de 10ºC-17ºC y en verano de 24ºC-30ºC, con un nivel de insolación alto, propio de un clima sub-árido. El régimen de precipitación varía según los años, oscilando entre los 300 y los 400 mm anuales. La humedad relativa alcanza el 70% y el 80%. Las áreas de montaña se caracterizan por unas temperaturas medias más bajas (9ºC-12ºC) y por las grandes oscilaciones. La humedad es muy baja, en torno al 30% y al 40%, y las precipitaciones alcanzan los 800-900 mm de media al año, y caen en forma de nieve durante algunos inviernos. A pesar de los rasgos generales, el municipio presenta una variedad de microclimas particulares gracias a la presencia de profundos barrancos, lo que permite el desarrollo de una abundante riqueza vegetal que da cobijo a una fauna endémica de gran valor.
No se puede obviar ni descartar, los periodos de temporal asociados principalmente a las borrascas del suroeste, que provocan precipitaciones de gran intensidad horaria y que pueden causar fuertes daños en las infraestructuras mal planificadas. Otro fenómeno destacado son las invasiones de aire cálido y seco procedentes del continente africano, caracterizadas por partículas de arena muy fina del desierto y altas temperaturas. Este tipo de tiempo puede causar graves problemas de salud, daños en la agricultura e incendios forestales.
El agua
A pesar de la escasez de agua que caracteriza a las vertientes del sur de las Islas Canarias, Candelaria poseía excelentes recursos hídricos, debido al gran número de manantiales localizados en las áreas de montaña. Desde la época prehispánica y durante los siglos posteriores, el hombre isleño, tanto los guanches como los conquistadores y colonos, han sabido aprovechar las aguas de los barrancos y de los abundantes manantiales naturales, para su propio consumo y el de sus actividades agro-pastoriles, principalmente la caña de azúcar. Se sabe que el pueblo de Candelaria se abastecía de agua salobre de pozo y de algunos manantiales de agua hasta bien entrado el siglo XIX.
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4.2. Bebedero de madera en el paraje conocido como Lomo Centeno. (SG) |
En la primera mitad del siglo XX se produce la construcción de importantes obras hidráulicas para el aprovechamiento subterráneo, a través de galerías en la median�a y zona alta y, de pozos, en la costa. El aprovechamiento superficial se realiza mediante la construcci�n de pequeñas presas. Gracias a estas aguas, una gran parte de la superficie costera se transformó en tierras para el cultivo de tomates, papas, plátanos, vid, trigo y árboles frutales. Además, el aumento de los caudales de agua del Valle de G�imar contribuyó al abastecimiento de otras zonas de la Isla y de la localidad a trav�s de los canales que salpican el paisaje, como el canal de Araya.
A los clásicos modos de obtener agua se incorporan los caudales procedentes de otros municipios, por ejemplo las aguas de la EDAR de Buenos Aires en el �rea Metropolitana. Se han instalaci�n infraestructuras para el aprovechamiento de las aguas residuales (Depuradora Comarcal Valle de Güímar), la potabilización de agua del mar y la desalación de aguas subterráneas. El principal consumidor es la agricultura al que se suma en los �ltimos a�os el consumo urbano, propiciado por el crecimiento de la población, y el industrial.
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4.3. Canal de Araya y presa de ASACAN. (SG) |
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