El Clima

Icod de los Vinos posee las características climáticas propias de las vertientes de barlovento de las Islas Canarias más montañosas orientadas al soplo constante de los vientos alisios. Un piso de costa, con temperaturas elevadas y escasas precipitaciones; una zona de medianías con precipitaciones superiores, mayor humedad y temperaturas más bajas y una zona alta, en donde las temperaturas son frías y las precipitaciones se presentan en forma de nieve durante el invierno.

4.1. El Teide se cubre de un manto de nieve durante la estación invernal, debajo el Drago de Icod. (AIV)

Entre las principales características del clima de Icod no sólo está el régimen del alisio, que es el tiempo dominante durante la mayor parte del año, sino que además la localidad puede sufrir otros tipos de tiempo. Son las borrascas del invierno que traen lluvias y nieve en la cumbre, y el tiempo sahariano o tiempo sur, masa de aire cálida y seca procedente del continente africano.

El agua

Orientada al norte, la localidad de Icod de los Vinos recibe el constante flujo húmedo de los vientos alisios durante todo el año y el efecto directo de las borrascas atlánticas en el invierno. Estas características climáticas unidas a una importante masa vegetal y la alta permeabilidad de sus suelos, se traducían en la existencia de un importante acuífero subterráneo y en abundantes caudales de agua que desde la cumbre descendían hasta el mar durante todo el año. Conocedores del territorio, los guanches vieron en estas tierras el lugar idóneo para asentarse y aprovechar este valioso recurso.

4.2. Chorro de agua en la Finca Boquín. (FTR)

Después de la Conquista de la Isla y durante la colonización, nace entorno al Barranco de Caforino o también denominado "río de Icod" y gracias al agua que por este descendía, la ciudad de Icod. Para aprovechar sus aguas surge al este un grupo de casas que con el paso del tiempo irán formando su casco urbano. Más tarde, el asentamiento de los Agustinos y Franciscanos, durante el siglo XVII, y el establecimiento de sus monasterios, unido al incremento de población, obligó a la construcción de canales que transportarían el agua desde los nacientes hasta los abrevaderos y las fuentes públicas, destinadas al suministro del ganado y de la población.

Durante los siglos posteriores y hasta la década de los años 30 del siglo XX, surgió la figura de los "agua tenientes", o especuladores de aguas. Estos personajes se harían con el control de las galerías, los pozos y de las fuentes públicas, que usaban en beneficio propio y en perjuicio de la mayoría de la población, que sólo podía proveerse de agua accediendo a las fuentes públicas en la mayoría de los casos.

Con el paso de las décadas del siglo XX, el incremento de la población, el desarrollo económico y la agricultura de exportación (plátano) ha traído consigo una mayor demanda de agua. Por tanto, se construyen galerías (41 galerías) y pozos (12 pozos) y canales (Canal de Vergara, del Enlace, etc.) lo que lo convierten en uno de los principales municipios de la Isla en aprovechamiento de aguas subterráneas. Se ha mejorado la red de suministro, construido depósitos de agua, una desaladora (potabilizadora de aguas salobres) así como un salto hidroeléctrico y se crea una empresa local para su gestión, en colaboración con el Consejo Insular de Aguas de Tenerife.