Circulando por la autopista del sur es posible contemplar los materiales volcánicos que han contribuido a la construcción del relieve local, viva imagen de la evolución geológica de una parte de la isla de Tenerife. Su paisaje se pinta de color blanco debido a la piedra pómez procedente de los procesos volcánicos explosivos del interior de la Isla, dando lugar a lo que el famoso escritor, periodista, maestro, etnógrafo y antropólogo Luis Diego de Cuscoy denominaba 'tierras blancas del sur'.
Sobre él, varios conos volcánicos de intenso color negro rompen la monotonía de su relieve. Sobresale la Montaña de Fasnia, de 403 metros de altitud, así como los conos situados en las zonas altas como el Volcán de Fasnia, la Montaña de las Vacas y la Montaña de Abreu. Esta última, con 2.400 metros, representa el punto más alto de la localidad.
El Volcán de Fasnia
3.1. El volcán de Fasnia, situado muy cerca del Parque Nacional del Teide, también es un lugar idóneo para poder contemplar la flora endémica de la localidad. En la imagen un taginaste picante una planta exclusiva de la isla de Tenerife. (José Mesa)
Todo este paisaje volcánico se integra dentro de la llamada Dorsal volcánica de Pedro Gil, una gran cordillera formada por el apilamiento de lavas volcánicas y volcanes de diferente naturaleza, edad y potencia, que dan lugar a una rampa de destacadas pendientes que desciende desde la cumbre hasta el mar. Las coladas más numerosas son las basálticas, presentes en la mayoría del territorio.
Sobre esta gran estructura volcánica la erosión a tallado numerosos barrancos, en cuyas paredes vuelven a aflorar los cimientos sobre los que se asienta la localidad, compuestos por coladas basálticas intercaladas por piroclastos sálicos. Sirva de ejemplo, las que la erosión ha dejado al descubierto en el Barranco de Herques, de Los Lindes o de San Joaquín. Allí, se pueden apreciar majestuosas formas en la piedra, por enfriamiento de la lava, conocidos por prismas o disyunciones columnares.
|
3.2. Disyunciones columnares en el Barranco de San Joaquín. El enfriamiento de la lava volcánica da lugar a esta forma en la roca, con el tiempo la erosión las deja al descubierto para el disfrute del visitante. (Francisco Fariña) |
Estos barrancos, que surcan el territorio de cumbre a costa, se encuentran separados por lomos llanos, aprovechados por el hombre desde hace siglos para la agricultura y los asentamientos humanos a modo de caseríos o cuevas y terrazas de cultivos.
La costa
De gran valor paisajístico y natural, su costa se extiende desde el núcleo costero de Las Eras, al sur, hasta la desembocadura del Barranco de Herques, al norte. Se caracteriza por ser rocosa y por algunas playas de cantos y arena negra. Estas últimas se localizan en la desembocadura de algunos barrancos como en el Barranco del Canal o el de San Joaquín, así como al abrigo de los salientes rocosos, resaltar la Playa del Abrigo frente a los Roques de Fasnia, (roques compuestos de piedra volcánica). Muy cerca se ha construido una pequeña urbanización turística.
Destacan también los Acantilados de La Hondura, hoy protegidos, y sus salientes o puntas como la de Marféa ó Restinga, de la Hondura y la Punta del Abrigo. Otra de las peculiaridades de su relieve costero es la Laja Amarilla, al norte, y la presencia de algunos bufaderos (huecos en la roca por donde el agua de mar sale a presión).
|
3.3. Los Roques de Fasnia. Bajo el Roque de Dentro los pescadores locales han construido sus viviendas, un pequeño paseo marítimo y una ermita, dando lugar a uno de los rincones más emblemáticos del municipio. En la esquina superior derecha la piñamar una planta endémica de Canarias y que tiene aquí su residencia. (Francisco Fariñas y Manuel Gil Glez.) |
|