Los aborígenes de la isla de Tenerife ya utilizaban las plantas del medio para curarse. El drago (dracaena draco) para los dientes, la tabaiba serbia para las verrugas, la cebada para la fiebre, el oroval para las heridas y golpes, etc. (ver más)
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11.6. El pinar de las zonas altas alberga plantas de gran valor para la medicina. Estas han de recolectarse, si se puede, con mero cuidado ya que muchas de ellas se encuentran amenazadas o en peligro. |
Tras la conquista de la isla el aislamiento, la pobreza, la falta de recursos y de médicos agudizó el ingenio de la población de Garachico en la cura de muchas enfermedades, recurriendo a remedios naturales, caseros y tradicionales que aún hoy se conservan. También existieron personas como los curanderos y hierberos que atendían las molestias transitorias, dolencias leves y pequeños accidentes caseros con variadas técnicas y plantas de la localidad, transmitiendo su saber al resto de la población.
Algunas de las plantas de uso medicinal presentes en Garachico y que Viera y Clavijo describe en su 'Diccionario de Historia Natural de la Islas Canarias' son el hinojo, el poleo o el romero, entre otras como el incienso canario, la hierba huerto, el orégano, el tomillo, la vinagrera, etc. Por ejemplo, un remedio que la población local utilizaba para curar una enfermedad oftalmológica como la conjuntivitis, al igual que en otros pueblos de la isla, era aplicar sobre la zona afectada la clara de huevo batida. También se podían utilizar la infusión de plantas como la manzanilla, la albahaca o cítricos como el limón.
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