La Oliva, a pesar de no poseer un paisaje natural especialmente variado, contiene, en el marco de la Reserva de la Biosfera que es la isla, una interesante red de espacios protegidos que merecen ser conservados por los valores paisajísticos, biológicos y geomorfológicos que atesoran. Siendo en su mayor parte, terrenos de marcada aridez, constituyen entornos en donde se agrupan especies vegetales exclusivas y otros endemismos faunísticos, especialmente cuando se trata de las aves. En este sentido es preciso destacar el Parque Natural de Islote de Lobos, por su valor ecológica a pesar de contener pocas dimensiones.
Por otro lado, además de que los valores naturales también son muy destacables, existen otros espacios protegidos que poseen un interés desde el punto de vista geológico o geomorfológico, como son los casos de Montaña Tindaya, el Malpaís de la Arena o el campo de Dunas del Parque Natural de las Dunas de Corralejo.
Parque Natural del Islote de Lobos.
Se trata de un área protegida de 467,9 hectáreas de superficie y con 13,7 kilómetros de perímetro. La índole insular de Lobos impone una clara delimitación natural a este islote de alto contenido paisajístico, singular y representativo de la geología y geomorfología insular.
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El Parque Natural reúne una serie de características naturales de extraordinario valor, albergando hábitats muy valiosos, en magnífico estado de conservación donde no faltan endemismos, especies vegetales y faunísticas exclusivas. Asimismo, también ha sido declarado, como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) según la directiva europea. Por esto y por otros criterios más concretos, el islote de Lobos merece ser declarado uno de los Parques Naturales más interesantes dentro de Fuerteventura, el cual puede recorrerse de forma virtual a través de su web.
Vegetación. Dentro de la vegetación destacan algunos ecosistemas con características biológicas y edáficas distintas. Se tratan de los saladares, en donde se encuentran especies estrictamente halófilas, las hoyas arcillosas, los arenales costeros y de interior y vegetación de malpaíses, estos últimos situados en las coladas basálticas de la parte central y suroriental de la isla.
De este modo, dentro de los saladares, destacan el Limonium ovalifolium canariensis, el Balancón (Traganum moquinii) o el Salado lanudo (Chenoleoides tormentosa). En las hoyas arcillosas destacan entre otras la Suaeda vera, la Salsola divaricata y el Espinocho (Limonium tuberculatum). Por su parte, en los arenales costeros e interiores destacan la Barrilla (Salsola verniculata). Finalmente, la vegetación propia del Malpaís está constituida principalmente por Suaeda vera, la Aulaga (Launaea arborecens), el Espino de Mar (Lycium intricatum), el Verode (Kleina neriifolia) y puntualmente Esparragueras (Asparagus arborescens).
Fauna. La fauna existente es en su mayor parte aves, mientras que el resto de los grupos están peor representados debido a su condición de isla y a su reducido espacio. Dentro de la fauna invertebrada destacan arácnidos como Uloborus parvulus, además de escarabajos, sin contar con las lapas, como la Lapa de pie negro (Patella candei crenata), Lapa curvina (Patella piperata) y Lapa de pie blanco (Patella ulyssiponensis aspera), además de cangrejos como el Cangrejo blanco (Plagusia depressa).
En lo que respecta a los vertebrados destacan algunos mamíferos de pequeño tamaño como conejos (Oryctolagus cuniculus), ratones (Mus musculus) y las musarañas (Crocidura canariensis). Dentro de los reptiles se aprecia el Lagarto (Gallotia atlantica) y el Perenquén (Tarentola boettgeri). Por su parte, la avifauna es el grupo de vertebrados mejor representado en el área, con hasta 21 especies nidificantes, así como otras 25 especies invernantes o migratorias. De entre todas ellas se encuentran la Pardela chica (Puffinus assimilis), el Petrel de Bulwer (Bulweia bulwerii), el Paiño de Madeira (Oceanodroma castro) y la Gaviota patiamarilla (Larus michahellis atlantis), la Curruca tomillera (Sylvia conspicillata), el Alcaudón real (Lanius excubitor), la Abubilla (Upupa epops), el Gavilán común (Accipter nisus), Cigüeñuela común (Himantopus himantopus), el Búho Campestre (Asio flammeus), la Collalba Gris (Oenanthe oenanthe) o los Chorlitejos ( Charadrius).
Parque Natural de Corralejo
El Parque Natural de Corralejo, situado en el flanco noroccidental de la Fuerteventura, es uno de los pocos campos dunares vivos de Canarias y el único en toda la Isla en donde las dunas alcanzan un gran desarrollo. Abarca un total de 2.668,7 hectáreas de extensión y constituye un espacio de peculiares características.
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El espacio protegido alberga un campo de arenas como unidad geomorfológica representativa y de gran interés científico; conforma además un paisaje de excepcionales valores en buen estado de conservación y constituye una muestra de hábitat con numerosas especies endémicas protegidas y amenazadas como el Androcymbium gramineum psammophilum protegido por normativa regional. Asimismo, además de ser un parque natural también está catalogado como ZEPA según la Directiva europea.
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3.3. Detalle de la vegetación presente en las dunas d Corralejo (FC) |
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Vegetación. A nivel general, la vegetación del Parque Natural está claramente influenciada por el clima de la zona, con escasas precipitaciones, fuerte insolación y temperaturas medias muy suaves. De igual modo, la cercanía al mar, la presencia de sal y las condiciones físicas del terreno, con arenas organógenas, jables, arcillas, y suelos pedregosos (en las zonas de malpaís), dan lugar a comunidades variadas, pero en donde destacan las especies propias del cinturón halófilo-costero, muchas fijadores de arena.
Las principales especies vegetales son el Balancón (Traganum moquiniii), el Nardo marítimo (Pancratium maritimun), la Lecheruela (Euphorbia paralias), la Centinodia marítima (Polygonum maritimum), la Uva de mar (Zygophylum fontanesii), el Tarajal (Tamarix canariensis) o el Sebadal (Cymodocea nodosa) entre otras.
Algunas especies vegetales existentes en el Parque Natural de Corralejo
3.4. Algunas de las especies vegetales presentes en el Parque Natural de las Dunas de Corralejo. (SG y www.floradecanarias.com)
Fauna. La presencia de fauna en el espacio es, a pesar de sus condiciones físicas, destacable. Entre los distintos grupos, destacan el de los invertebrados, con una gran variedad de filos y órdenes, mientras que dentro de los vertebrados existe un poco representación, con la excepción del grupo de las aves, en donde si tiene lugar una mayor presencia.
En los invertebrados destacan crustáceos del orden Isópodo, así como orópteros, heterópteros y numerosos coleópteros (escarabajos) entre muchos otros, para sumar un total de 117 especies citadas.
En lo que respecta a la fauna vertebrada, caben destacar el Lagarto atlántico (Gallotia atlantica), el Perenquén (Tarentola angustimentalis) y la Lisneja (Chalcides simonyi). Entre los mamíferos, presentes en mayor o menor medida destacan el Perro (Canis familiaris), el Gato (Felio cactus), el Conejo (Oryctolagus cuniculus), el Ratón (Mus musculus) y el Erizo moruno (Atlantoxerus gelutus). Por su parte, el grupo de las aves es el más importante, tanto cuantitativa como cualitativamente. Estas se dividen en varias zonas dependiendo de los ambientes y requerimientos biológicos de las mismas. De entre todas ellas destacan la endémica Hubara canaria (Chlamydotis undulata fuertevanturae), los Corredores (Cursorius cursor), los Alcaravanes (Burthinus oedicinemus insularum), el Cernícalo vulgar (Falco tinunnculus dacotiae), la Pardela cenicienta (Calonectris diomedea), el Charrán común (Sterna hirundo), la Lechuza (Tyto alba gracillirostris) o el Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus amantum) entre otros.
Monumento natural Montaña Tindaya
Este espacio protegido abarca una superficie de 186,7 hectáreas y es el resultado de un proceso de de intrusión de materiales antiguos (concretamente traquitas subvolcánicas), que han quedado al descubierto por intensos procesos erosivos, dando lugar a un espectacular relieve residual, de 210 metros de altura.
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3.5. La Cuernúa (Caralluma burchardii), un endemismo raro de la isla, presente en el Monumento natural de Tindaya. (www.floradecanarias.com) |
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Su ubicación la hace visible desde múltiples puntos del norte de Fuerteventura, y es fácilmente reconocible por su peculiar forma, cromatismo y belleza paisajística. Constituye una estructura geomorfológica de gran importancia científica, al tiempo que un punto de interés cultural por sus valores arqueológicos. Cuenta además con la presencia de algún endemismo raro como la Cuernúa (Caralluma burchardii) protegida por normativa regional.
Flora y vegetación. En su mayor parte se corresponde con formaciones de tabaibal, aunque también se aprecian otras propias de otras comunidades. Destaca, el Jorao (Asteriscus sericeus), el Verol (Kleinia neriifolia), la Tabaiba dulce (Euphorbia basalmiferae), la Tabaiba amarga (Euphorbia regis-jubae), el Tasaigo (Rubia fruticosa) o el Tarajal (Tamarix canariensis).
Fauna. Dentro de los animales, se encuentra una gran variedad de invertebrados tanto de la clase Insecta, de distintos órdenes (hymenoptera, coleóptera, lepidóptera) como de arácnidos. Por su parte, en lo que se corresponde con los vertebrados, se distribuyen mamíferos como el Ratón (Mus musculus) o el Erizo moruno (Atelerix algirus), dentro de los reptiles se encuentra el Lagarto atlántico (Gallotia atlantica) y la Lisneja (Chalcides Simoni). Sin embargo, una vez más, son las aves el grupo más destacado de todos los presentes en el Espacio Natural. A este respecto, de entre todas las especies sobresalen el Alcaraván (Burhinus oedicnemus insularum), la Avutarda Hubara (Chlamidotys undulata fuerteventurae), el Camachuelo trompetero (Bucanetes githagineus amantum), el Cuervo (Corvus corax tingitanus) y el Ratonero (Buteo buteo insularum).
Monumento Natural del Malpaís de la Arenas
Este espacio protegido ocupa una superficie de 870,8 hectáreas, y contempla el conjunto del volcán Montaña de Las Arenas sus coladas. El cono se compone de un acumulo de escorias, lapilli y bombas volcánicas, mientras que las lavas son sobre todo de tipo escoriáceo, lo que le otorga su condición de "malpaís". Todo ello constituye una unidad geomorfológica definida de interés científico, geológico, geomorfológico y de alto valor estético por su carácter de elemento identificador del paisaje.
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Por otra parte, la flora del espacio alberga recursos importantes, con buenas poblaciones de la rara Cuernúa (Caralluma burchardii) protegida por normativa regional. Las lavas y laderas del cráter menos pobladas por la vegetación son una excelente muestra de hábitat eólico, con especies de invertebrados características.
Flora y vegetación. La vegetación presente en el Monumento Natural no está muy desarrollada, debido a práctica existencia de suelo edáfico que impide el desarrollo de grandes formaciones arbustivas. Por lo tanto, son los líquenes los que colonizan los roquedos, lavas y picones, bien representado por especies de los géneros Roccella y Ramallina. Allí donde hay sedimentos se desarrollan matorrales de Tabaibas amargas (Euphorbia regis-jubae), Espinos (Lycium intricatum), así como ejemplares de Verodes (Kleinia neriifolia) o Tasaigos (Rubia fruticosa). Además de estas especies citadas, también se encuentran otras de escaso porte, siendo por lo general de aspecto ralo.
Fauna. La fauna invertebrada se caracterizada por una múltiple variedad de artrópodos de distintos órdenes, así como algunos moluscos de la clase Gastropoda. Dentro de los vertebrados, hay poca variedad de reptiles (Lagarto Atlántico, el Perenquén y la Lisaneja) y de mamíferos (destacando, por su rareza, el Murciélago de borde claro. Pipistrellus kuhli). Sin embargo, la mayor distribución la presentan las aves, con una enorme variedad especies de distintas familias. Entre todas ellas, destaca el Halcón tagarote (Falco pelegrinoides), el Ratonero (Buteo buteo insularum), la Paloma bravía (Columba livia), la Perdiz moruna (Alectoris barbara koenigi), el Bisbita Caminero (Anthus berthelotii), el Herrerillo (Parus caeruleus degener), la Tarabilla canaria (Saxicola dacotiae), el Cuervo (Corvus corax canariensis), el Gorrión moruno (Passer hispaniolensis), la Pardela cenicienta (Calonectris diomedea borealis) o la Hubara canaria (Chlamydotis undulata fuerteventurae).
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