Gran Canaria tiene el índice más elevado de especies introducidas de las Islas Canarias, ya que cerca del 50% del total de las especies existentes en la Isla son foráneas. La mayoría tienen una gran capacidad para adaptarse al medio y a condiciones adversas. Esto ha propiciado que todas las zonas agrícolas abandonadas hayan sido colonizadas por estas especies, ya que son más hábiles que muchas de las autóctonas. En algunos casos, las especies foráneas llegan a ‘echar’ de su hábitat a las autóctonas, por lo que suponen un peligro para la conservación de la flora.
Muchas de las especies exóticas han sido traídas por cuestiones de producción, de rendimiento
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El eucalipto ha sido una de las especies con las que se ha llevado a cabo la reforestación de muchos montes grancanarios. (MC) |
o porque a la hora de la reforestación crecían mas rápido. Otras, en cambio, simplemente por su aspecto, para jardines, parques, etc.
En cuanto a las que se han utilizado en la reforestación, tenemos especies tan comunes en el paisaje de la Isla como el eucalipto (Eucalyptus camaldulensis) y la palmera datilera (Phoenix dactylifera), o especies de pinos como el pino mediterráneo (Pinus radiatta), entre otras. Las palmeras han sido muy utilizadas no sólo en la reforestación, sino en espacios verdes urbanos, como la palmera washingtoniana, que alcanza grandes proporciones.
Las plantas ornamentales son las más extendidas, ya que se utilizan en muchos y variados lugares, desde entornos públicos como jardines y parques, hasta jardines privados. Entre las especies más comunes tenemos los hibiscos, las buganvillas, etc. Un caso muy particular de planta ornamental introducida y que ha tomado gran relevancia, no sólo en Gran Canaria sino en todo el Archipiélago, es la strelitzia, que se ha convertido en la planta de referencia para el turismo en las Islas, sin ser endémica. A los visitantes les llamaba mucho la atención por sus vistosos colores y forma, por lo que se les comenzó a dar como souvenir en sus visitas a las Islas.
Algunas especies introducidas con fines agrícolas, como los árboles frutales, han ido ganando terreno. Es el caso del castaño, introducido en la época de la Conquista, que se desarrolla en cotas superiores a los 500 metros y que ha ido sustituyendo a masas de fayal-brezal. También las higueras (ficus carica) están muy extendidas. El resto de frutales introducidos son muy variados e incluyen especies tropicales, que en la Isla se desarrollan muy bien. Así podemos encontrar grandes plantaciones de frutas tropicales para la exportación, como pueden ser las papayas, la piña tropical, el aguacate, las guayabas, etc.
Una de ellas es el plátano, que ha tomado gran relevancia en las Islas, ya que su cultivo se ha extendido por amplias zonas del norte (Guía, Arucas, Telde y Las Palmas). Su importancia es muy grande en la actualidad, aunque la superficie cultivada haya descendido considerablemente. Se habla del plátano canario como especie diferenciada de las demás y es muy apreciada en la gastronomía de muchos países.
Las tuneras (Opuntia Picus-indica), o pencas en algunas islas, es otra especie introducida de gran beneficio para Canarias, pues de ella se extraía el insecto de la cochinilla, que sirvió para producir colores y dar tintes durante épocas pasadas. Actualmente se encuentra en el territorio de forma totalmente aleatoria, en terrenos pedregosos y abandonados.
La pita o pitera (ágave americana) se introdujo en Canarias en el siglo XVI y fue utilizada con muchos y diversos fines: en la fabricación de cuerdas para los barcos, cobertizos, ventanas, en las casas más humildes servía de tejado, etc. También se utilizaba como delimitadora de propiedades agrícolas, uso que se ha extendido hasta la actualidad. Más adelante se utilizó para fabricar licores, vinagre, azúcar, etc. Al ser una planta de la que se podía sacar tanto partido, se recomendó desde muchos ámbitos su plantación. Hoy en día se encuentra asilvestrada y se considera una especie invasora, ya que desplaza de sus ecosistemas a especies endémicas.
Igualmente, existen especies que se consideran invasoras, ya que han resultado ser verdaderas plagas en el territorio. Por ejemplo, la pata de camello (Neurada procumbens), que se encuentra en la Reserva de Las Dunas de Maspalomas. Es una planta anual introducida con los dromedarios que se trajeron desde el Norte de África para las labores agrícolas, que se ha ido extendiendo por toda la Reserva sobre los sustratos arenosos. Plantea un serio problema de expansión, ya que no sólo actúan en los procesos naturales, sino que a ello se une el hecho de que se agarra del calzado de los turistas, y lo utiliza como mecanismo de desplazamiento dentro del Espacio Natural. Otras especies invasoras son la juncia (Cyperus olivaris), que invade zonas de cultivos y jardines hasta los 300 m de altitud, o el amor seco (Bidens pilosa), que hace lo propio en caminos y cultivos, y que también se adhiere a los caminantes, por lo que se expande rápidamente.
Muchas de ellas se intentan eliminar del territorio, ya que son una amenaza para la supervivencia de otras especies endémicas. Es el caso del rabo de gato (Pennisetum setaceum), que está siendo un verdadero problema también en otras islas del Archipiélago. De hecho, se han realizado numerosas campañas de extinción, pero hasta ahora siempre ha vuelto a aparecer.
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Pata de camello, una especie invasora que se encuentra en las Dunas de Maspalomas. (MC) |
El rabo de gato se ha convertido en una serie amenaza para muchas especies endémicas. (MC) |
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