Buscar
Búsqueda avanzada
  MUNICIPIO DE SAN MIGUEL DE ABONA    
 
    Índice de contenidos
    Temas relacionados
    Enmarque del tema
    Complementos
    Material multimedia
      Imágenes
      Videos
      Animaciones
 
    Léxico
    Artículos de ampliación
    Aportaciones externas
    Notas eruditas
    Orientaciones y debate
    Bibliografía
  >> 12. MUNDO RURAL Versión para imprimir Escuchar artículo Metadata Patrocinadores Aumentar letra Disminuir letra  


TURISMO RURAL

Una de las fortalezas del municipio de San Miguel es la diversificación del turismo, el cual se describe por tener una oferta que combina el turismo en hoteles y campos de golf (Golf del Sur y Amarilla Golf) en la costa, con un turismo predominantemente activo y rural en el entorno de medianías. El propio eslogan de la Concejalía de Turismo "San Miguel. Naturaleza y Ocio" ya indica el papel que tiene la naturaleza y se desprende una clara intención para que el visitante lleve a cabo una actividad en contacto con ella.

Pero además de la naturaleza en sí misma, el municipio también cuenta con una serie de valores relacionados con el mundo rural, como lo son la posibilidad de conocer las distintas huertas que se reparten en el territorio o los notables ejemplos de arquitectura rural con caseríos como La Hoya, el barrio de Tamaide, La Casa de El Capitán (hoy museo etnográfico) o la iglesia de San Miguel Arcángel dentro del casco urbano.

Del mismo modo, también en las medianías se localiza una potente apuesta por esta tipología turística debido a la presencia de ocho casas/hoteles rurales de notable categoría que se erigen como piezas claves dentro de la actividad turística del municipio. La arquitectura de estas infraestructuras alojativas es acorde a los patrones tradicionales y en la mayoría de los casos se tratan de antiguas viviendas restauradas (algunas pertenecientes al siglo XVII), en donde se han reconvertido los distintos cuartos y cuadras de animales en habitaciones para los huéspedes. Las instalaciones ofrecen un servicio que está orientado para el descanso y la tranquilidad, con todo tipo de lujos en cuanto a los materiales y a las instalaciones, en la medida que muchas de ellas contienen instalaciones deportivas, piscinas u otros servicios para el relax como saunas, jacuzzis o piscinas. Todas cuentan, asimismo, con al menos dos habitaciones, pudiendo albergar incluso más de una docena (como en el caso del Hotel Rural San Miguel) y en algunas ocasiones hay que reservar con antelación para asegurarse una plaza. La decoración, la belleza, la cercanía a los senderos o el paisaje que los rodea son alicientes extras que sitúan a los hoteles en otro nivel.

Las principales casas son la Casa Doña Juana en San Miguel de Abona, la Casa San Miguel, la Casa La Vera en La Hoya, el hotel rural San Miguel en Las Morales, la Casa Tamaide en el barrio de Tamaide, la Casa La Bodega, la Casa de Piedra en la Finca del Lomo Pelado en Guargacho y la Finca Vista Bonita, situada en el Portillo.

Por último, el turismo rural se ve complementado con la existencia de numerosos guachinches (tascas) que se reparten sobre todo por el entorno de medianías. Famosos en toda la isla, están a disposición de todos aquellos vecinos o visitantes que pretendan degustar los platos propios de la gastronomía insular, desde la carne fiesta, a papas con mojo rojo, gofio escaldado, además de garbanzas o pescados autóctonos.

Otros servicios

Otras alternativas al turismo rural es la existencia de una oferta cercana a la tipología de sol y playa y los resorts con instalaciones recreativas (campos de golf y piscinas) y de ocio (el Castillo de San Miguel) que sobre todo se asientan en el entorno costero. Una segunda alternativa se vincula con el turismo rural, al estar encaminada al turismo activo, relacionado con actividades en contacto con la naturaleza, como lo son el senderismo o la escalada, para lo cual existe una red de senderos y varias rutas y paredes de escalada, así como empresas que organizan excursiones e imparten cursos para desarrollar ambos deportes. En este sentido, es preciso destacar el interés existente por parte del Ayuntamiento de San Miguel, aunque también de toda la Comarca, por poner al servicio de los usuarios una buena red de senderos con instalaciones (carteles informativos, señales) para el uso público.

Principales senderos del municipio

Al igual que ocurre con el resto de los municipios que forman parte de la Comarca de Chasna-Abona, la red de senderos de San Miguel se caracteriza por estar muy bien cuidada y diseñada, en la medida que las rutas a seguir son de fácil comprensión, están por lo general bien señaladas y cuentan con cárteles informativos que trasmiten información acerca de aspectos etnográficos y propios de las costumbres que se llevaban a cabo en épocas pasadas. Además de indicar otros contenidos de carácter estrictamente geográfico, geológico e histórico. En esta ocasión incluimos tres de los senderos más interesantes, por la diversidad de paisajes que ofrecen y los valores naturales y culturales que contienen.

Fuente de Tamaide, La Hoya, La Centinela

Longitud: 3,5 kilómetros. Duración: 2 horas. Dificultad: baja

En su recorrido se puede observar parte del patrimonio etnográfico relacionado con el aprovechamiento del agua, la arquitectura popular y algunos yacimientos arqueológicos.

La Cruz de Piedra (o "Cruz de la Morena"), punto de inicio del camino, se encuentra en la calle Tamaide, siendo el punto de partida del sendero, antiguo camino que iba a la fuente de Tamaide y que en la actualidad se encuentra asfaltado en el tramo que discurre por la orilla del barranco, entre tabaibas, huertas de jable y algunas viviendas hasta el punto en donde el sendero se desvía hacia la derecha con respecto a la pista. En ese punto se pueden observar restos de una antigua colada volcánica pahoehoe con curiosas formas que reciben el nombre de lavas cordadas.

Inmediatamente después, existe un cruce; a la derecha se dirige hacia el barranco que conduce al caserío de la Hoya, mientras que el de la izquierda va hacia la Fuente de Tamaide, hacia donde hay que dirigirse. La fuente está situada en el margen izquierdo del barranco, al pie de un almagre, debajo de una colada basáltica y encima de un depósito pumítico que se ha aprovechado para excavar un primer hueco en donde recoger agua y que da paso a una tajea que conduce a un pequeño abrevadero para animales. Después de la fuente se debe cruzar el barranco tomando el camino por el cual los vecinos de la Hoya (caserío que en la actualidad se encuentra abandonado pese a ser el núcleo fundador del municipio) iban a buscar el agua. En dicho caserío se pueden apreciar un interesante conjunto de valores etnográficos, relacionados con la vida del mundo rural como la arquitectura tradicional, hornos de teja o aljibes.

12.4. El emblemático caserío de La Hoya, el cual reúne un sinfín de valores etnográficos, arquitectónicos e históricos del municipio. (ASMI)

Prosiguiendo con el sendero, se baja hacia las fuentes de La Hoya, en donde la humedad refresca el ambiente, y siempre sintiendo la compañía del almagre y la tosca pumítica. Por este punto se sigue el camino, el cual conserva buena parte del empedrado original, acercándose así al barranco y apareciendo una casa abandonada con piso de losa chasnera, justo antes de encontrarse con el Canal Intermedio, más abajo. A partir de este momento el camino se alterna con un desmonte que se realizó para una pista y subiendo por la ladera se encuentran grabados aborígenes. Al llegar al mirador de la Centinela se pueden contemplar una extraordinaria panorámica de la costa y de todo el camino recorrido.

12.5. El mirador de La Centinela es uno de los lugares en donde mejor se puede apreciar la belleza y el paisaje del municipio. Se trata además del último punto de este notable sendero. (ASMI)

Sendero a Montaña Amarilla

Longitud: 5,5 kilómetros. Duración: 2 horas y 30 minutos. Dificultad: baja

El sendero recorre la mayoría del litoral del municipio, desde el extremo occidental de la urbanización "Amarilla Golf" hasta el volcán de Montaña Amarilla. Lo más destacable de su trayecto es la presencia de una botánica marina interesante y de unas formaciones geológicas de elevado interés paisajístico, natural y científico.

El primer tramo del sendero se hace por una pista que pasa por debajo del Morro de Cho Pérez, atravesando la comunidad vegetal característica de la zona costera, el cardonal-tabaibal. Al llegar a la altura de la montaña Malpasito, cerca de la carretera que va a la Urbanización Costa del Silencio, se baja en dirección a Montaña Amarilla para subir al cono por el flanco norte, desde donde se puede observar el perfil del cráter sustancialmente modificado por las extracciones de materiales a principios de la década de los ochenta y una panorámica del sur, desde Montaña Roja hasta Guaza, sin olvidar el espectacular alineamiento de conos volcánicos que siguen una de las direcciones de los ejes estructurales de la isla. Desde este punto se pasa por Montaña Los Erales y Chimbesque. Posteriormente se baja por la ladera oeste hacia la cala, donde llega el límite entre San Miguel de Abona y Arona, en donde se puede observar un pequeño acantilado que la erosión marina ha ido formando y la duna fósil de origen cuaternario, restos de un antiguo clima existente hace miles de años. Si no hay pleamar (marea alta) es posible pasar por la base del acantilado, ver la duna directamente y lo que queda de otra situada en la parte oriental del cono, donde llama también la atención los contrastes cromáticos existentes.

A partir de aquí se toma la vereda que pasa justo por el litoral donde nos podemos ir encontrando con algunas de las especies más características de las comunidades halófilas como la lechuga de mar (Astydamia latifolia), la uva de mar (Z.fontanesii), el tomillo marino (Frankenia laveis) y varias siemprevivas. Una vez se sale del límite del espacio protegido se encuentran pequeños bancales abandonados, ecos de épocas pretéritas, en la vaguada más protegida de los vientos dominantes, donde antaño se cultivaban principalmente tomates, hoy cubiertos de cardonales-tabaibales que se encuentran acompañando a otras especies como el balo, la aulaga o el salado, además de una especie introducida como la tunera roja (Opuntia dillenii). Por último, ya en el tramo final llegamos a la playa de callao de Colmenares, en cuyo entorno se encuentran numerosos restos de una antigua explotación como materiales para la construcción. Tras finalizar la playa se regresa nuevamente al punto de salida de este completo sendero circular.

12.6. La tunera roja (Opuntia dilenii). Se trata de una especie introducida en las islas, donde tiene carácter invasor. Tiene un porte arbustivo, llegando a alcanzar un metro de altura, con palas carnosas y con 6-8 espinas largas. Su fruto se utilizaba como alimento en el pasado. (Manuel Gil Glez.)

Paisaje Lunar de San Blas

Longitud: 4 kilómetros. Duración: 2 horas. Dificultad: baja

Entre los valores más destacados con los que el senderista se puede encontrar son indudablemente los relacionados con el paisaje y con la geomorfología del lugar, en donde las pumitas han sufrido una meteorización dando lugar a una amplia gama de formas y texturas de gran belleza. También se pueden observar instalaciones abandonadas (bancales y presas) que son fiel testimonio de otra época, además de la presencia de especies vegetales (balos, cornicales, tabaibales, etc.) y animales de interés.

El sendero parte en la calle Playa Grande, cerca del cruce principal de Los Abrigos y desde allí se avanza hacia la costa siguiendo la playa de San Blas. A partir de aquí se continúa por el cauce barranco y a unos 800 metros, entre bancales abandonados de antiguas plantaciones de tomates, hay que desviarse hacia la izquierda para comenzar un recorrido circular que nos separa del campo de Golf. Luego se sigue el trazado de las atarjeas para encontrarnos con una antigua presa que recoge el agua en una pequeña cuenca que antiguamente se trasladaba por caños de canto que atraviesan el paisaje lunar hacia la costa y que servían para regar las plantaciones de tomate. La finalización de la ruta puede hacerse bajando por el cauce del barranco, en dirección a la costa y terminar el paseo con un baño refrescante en la playa de San Blas o en Playa Grande.

  17/22