El ritual del Mataculebra era característico de las comparsas ñáñigas, propias de las luchas por la libertad de los esclavos en la Cuba del siglo XIX. Fue una expresión burlesca contra la injusticia del sistema esclavista. Los esclavos africanos aportaron a la cultura de la isla caribeña de Cuba un ritual que escenifica la lucha contra el mal. El Mataculebra es representado por Los Negritos y El Mayoral (el amo blanco) que, a fuerza de látigo, impone matar la culebra, símbolo del poder maligno.