IMPACTOS DE LA ACTIVIDAD AGROPECUARIALa actividad agraria, al igual que el resto de las actividades ejercidas por el hombre, repercute en muchas ocasiones de forma negativa sobre el medio ambiente. En Gran Canaria los efectos más perjudiciales de las actividades agropecuarias, desde el punto de vista ambiental, los podemos resumir en:
La agricultura es el principal consumidor de agua de la Isla, siendo responsable junto con otras actividades, de la situación global de déficit en la que se encuentra.
La sobreexplotación de las aguas subterráneas está provocando una mayor presencia de agua de mar en los pozos costeros, lo que directamente se traduce en la salinización de las aguas de riego y, en consecuencia, del suelo.
La creciente construcción de invernaderos afecta negativamente a la calidad del paisaje y supone un problema por la generación adicional de residuos.
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La actividad agraria también genera importantes impactos paisajísticos. (MC) |
Falta de integración paisajística de las edificaciones asociadas a explotaciones agrarias, por no seguir los patrones y criterios estéticos, tipológicos y ambientales que tradicionalmente se aplicaban a estas construcciones.
La incorrecta manipulación y el continuado aumento del uso de los productos fitosanitarios y abonos terminan por deteriorar la calidad agrológica de los suelos cultivados, y afecta igualmente a la calidad de las aguas y del aire.
El incremento de residuos agrarios, derivados de prácticas intensivas.
El uso continuado de sorribas como fórmula de mejorar la fertilidad de los suelos e intensificar la producción de los mismos, y de ampliar zonas baldías para explotarlas agrícolamente, supone el deterioro paisajístico de determinadas zonas de la Isla y la pérdida de un recurso natural de incalculable valor.
El propio abandono de bancales y espacios agrarios del interior de la Isla también supone un deterioro de la calidad del paisaje y, en muchos casos, la pérdida de suelos que se mantenían gracias a esas estructuras agrarias.
Las prácticas de riego localizado y la escasa calidad de las aguas son factores a tener en cuenta en la pérdida de la calidad agrológica de los suelos.
La eliminación inadecuada de los residuos ganaderos (purines, gallinaza, estiércol, Materiales Específicos de Riesgo) es la causa del principal impacto ambiental y sanitario de esta actividad, que se refleja principalmente en la contaminación de aguas superficiales y subterráneas.
La ubicación de las explotaciones ganaderas, fundamentalmente de carácter intensivo, en las proximidades de núcleos de población.
La falta de adecuación paisajística de muchas explotaciones ganaderas, que se agrava por el escaso apoyo de la administración, en la búsqueda de alternativas eficientes que solucionen la problemática legal y ambiental de las mismas.
La pérdida de suelo vegetal de algunas zonas de la Isla por los efectos del sobrepastoreo.
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