La creación de la Diócesis de San Cristóbal de La Laguna se llevó a cabo el 1 de febrero de 1819 por el Papa Pío VII. Sin embargo, su desmembración de la de Canaria no comenzó de manera efectiva hasta el mes de diciembre, una vez que Fernando VII autorizó la dotación económica para su sostenimiento el 27 de agosto, y el Obispo Linares publicó el Decreto de segregación, el 21 de diciembre de 1819.
No se nombra al primer obispo, que fue el asturiano Luis Folgueras y Sión, hasta septiembre de 1824. Éste llega a la Diócesis en junio del año siguiente. Su gobierno estuvo marcado por los efectos de la desamortización. La estabilidad de la Diócesis fue muy precaria, máxime a partir del Concordato de 1851 en que se suprime la dotación para el Obispado de Tenerife.
La Diócesis seguiría gobernada por vicarios capitulares y obispos administradores apostólicos hasta 1877, en que, con la llegada del obispo Ildefonso Infante y Macías, se consolida la Sede de La Laguna.