Tal y como hemos visto, el municipio de la Matanza de Acentejo cuenta con un amplio porcentaje del territorio que se encuentra protegido bajo figuras de conservación (un total de 473,90 hectáreas). Son los casos de la costa y el sector de monte que se corresponde con el área de Las Lagunetas. Pero además de ello, entornos escarpados y el propio barranco de San Antonio también gozan de un buen estado de conservación, por lo que asegura la supervivencia de buena parte del patrimonio natural.
De la misma manera, es preciso tener en cuenta la existencia de numerosas entidades de población que se encuentran dispersas a partir de los 600 metros de altura, como lo son los casos de El Piruli, Reventón o La Vica, en los cuales predomina un notable y bien conservado paisaje agrario, provisto de numerosos cultivos de regadío, en donde destacan las plantaciones de viña. Dichas entidades de población, al formar parte de un marco rural, traen consigo unos niveles de calidad del aire y del suelo que difieren en buena medida de los que podrían traer los núcleos urbanos. Lo mismo ocurre en la costa, en donde a pesar de la existencia del núcleo de El Caletón, el espacio se halla respetado a nivel natural, a tenor de las comunidades vegetales que se distribuyen en el territorio. Ambas circunstancias constituyen un nuevo logro para el medioambiente y para la conservación sostenible del patrimonio natural.
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5.5. A pesar de que en la costa aparezcan elementos antrópìcos, no cabe duda que gracias a las figuras de protección y a la inexistencia de grande continuos urbanos, el medio natural tiene el principal y casi único protagonismo. (JJ) |
Por su parte, no se puede hablar de especiales problemas para el medio ambiente en la Matanza debido tanto a las razones ya expuestas como al hecho de que el territorio más urbanizado, la capital del municipio, se asienta en un sector más llano, en donde los impactos no se presentan de una manera especialmente violenta. Además, el casco urbano de la Matanza destaca por su estado de conservación y la presencia de edificios tanto del siglo XV como del s. XX. Pese a todo, es preciso indicar los problemas que pueden traer consigo una amplia urbanización en el paisaje tanto para el bienestar de los habitantes como para el propio paisaje en sí, por lo que una conciencia de protección y de desarrollo coherente debe ser la premisa que sostenga todo proyecto de crecimiento urbano.