Las temperaturas son más o menos regulares durante todo el año, en buena medida, gracias al efecto termorregulador del mar, que impide las grandes oscilaciones. Los meses más cálidos son julio, agosto y septiembre, mientras que los más fríos son los que van de diciembre a febrero. En la zona costera la temperatura media anual oscila entre los 18 y 20 grados centígrados, llegando a máximas de 22 en los meses más calurosos, especialmente agosto, causa fundamental que atrae todos los años a miles de turistas. A partir de los 500 metros las temperaturas descienden de manera importante, y con ello la temperatura media anual, alcanzándose los 0 grados en los meses más fríos en áreas de montaña, es el caso del mes de enero.
Las precipitaciones tienen la misma dinámica que el resto de los municipios isleños orientados al suroeste. Aquí el verano es más bien seco y el invierno se presenta con lluvias muy irregulares y de gran intensidad horaria, debido a los temporales del suroeste. La altura y el carácter de vertiente de sotavento son dos aspectos que caracterizan las precipitaciones. Por debajo de los 500 metros de altitud la media anual alcanza los 250mm. A partir de esta cota, las lluvias son más importantes e irregulares entre los meses de octubre y abril, presentándose en forma de nieve a partir de los 1700-1900m.