Atendiendo a la evolución de la población, el municipio pasó de tener los índices propios de un régimen antiguo con una tasa de mortalidad y natalidad por encima del 30‰ hasta las actuales tasas, en donde la natalidad no baja del 12‰ y la mortalidad no aumenta del 3,5‰. Durante el siglo XIX, la población de La Oliva nunca llega a los 3000 habitantes, teniendo lugar un notable descenso en 1877 como consecuencia de las enfermedades y la emigración de habitantes a la nueva capital Puerto del Rosario.
Así pues, tiene lugar un notable descenso hasta que a principios del siglo XX La Oliva no llega a los 2500 habitantes. Tras esto le sigue un proceso de crecimiento lento, que se ve frenado en 1918 como consecuencia de la epidemia de la gripe española. De esta manera, tiene lugar la posguerra española, en donde la población de La Oliva mantiene un ritmo de crecimiento lento causado por el régimen autárquico, la sequía y las crisis económicas, que obligan a emigrar a los habitantes del municipio, teniendo como principal destino África.
A partir de 1981 comienza a desarrollarse el turismo en La Oliva, lo que trae empleo a sus habitantes, evitando la marcha hacia otros lugares y favoreciendo la llegada de población foránea. El número de habitantes sigue aumentando, superando las 4000 personas en 1986, de manera que superan los 6000 en 1990, justo antes del comienzo de la crisis económica que llegó hasta 1993, en la que se reduce el número de habitantes debido al regreso a su residencia de origen de los empleados en el sector de construcción, que tanto rendimiento obtuvo durante finales de los ochenta. Los noventa se caracterizan por unos años de incertidumbre en la economía y de poca producción en el sector primario y terciario, que si bien no deja de crecer, lo hace un ritmo muy lento. No obstante, es a finales de la década, coincidiendo con el nuevo impulso del turismo, cuando el crecimiento se dispara, continuando el alza a un ritmo elevado, pasando de los 10578 habitantes en el 2000 a los 22.351 diez años más tarde, duplicando por tanto la cifra.
Fabio Correa