Hay referencias históricas de la existencia de hornos de cal en funcionamiento desde el siglo XVII. La abundancia de carbonato cálcico en los suelos de la Isla favoreció la industria extractiva y la fabricación de piedra, en especial en grandes hornos cerca de la costa para su mejor exportación y proximidad a los lugares de embarque. La piedra de cal se transportaba a otras islas para su empleo en la construcción hasta mediados del siglo XX.
A pesar de la aparición de otros materiales a base de cementos muchos hornos de cal se han mantenido hasta la actualidad. Algunos se construyen para pequeñas obras en viviendas familiares y otros se levantan, por iniciativa del Cabildo de la isla, para la reproducción del proceso tradicional de obtención de la cal. En la actualidad parte de la producción de cal se destina a los ganaderos para desinfectar sus granjas.
Fuente: Cabildo de Fuerteventura